Si hay algo que está claro es que estas instalaciones son más que útiles para los ancianos el problema está en el poco uso y mantenimiento que se les da.
Paso casi diariamente por la calle Degaña a eso del mediodía y siempre veo críos enredando con las máquinas como si fuesen juguetes pero muy pocas veces veo señores mayores haciendo deporte al aire libre. El fallo de estas instalaciones es que se abren y no se informa a quienes van destinadas de ello. No se va por los centros de día y por los geriátricos informando a quienes están allí de que se ha abierto una zona de gimnasia para personas de la tercera edad y, en consecuencia, las máquinas se quedan para que los niños jueguen con ellas y para que los vándalos las pinten y las rompan. Triste pero es así. En la calle Degaña ya han cambiado tres veces una misma máquina.
Luego está el factor climatológico: no anima mucho ponerse a hacer gimnasia al aire libre si llueve o si hace frío (aunque se entre en calor). No estaría mal que estuviesen algo protegidos de las condiciones climatológicas, que, en cierta forma, también deterioran las máquinas.
En fin, y acabo que no ando con ganas de escribir, que es una pena que instalaciones tan útiles sean tan poco usadas. Deberían darse a conocer a quienes van dirigidas.
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