MIERENSES DE ADOPCIÓN: El caso de Pedro

Ya les contamos que en este apartado alternaremos: una semana, una historia de uno de los “Mierenses por el mundo”, otra, una historia de uno de los “Mierenses de adopción”. Esta semana toca leer la historia de una de los segundos, más en concreto, de Pedro.


“Yo cambié la mar por la montaña hace muchísimos años. Yo nací en Combarro (Pontevedra) y allí me casé a los diecinueve. Trabajaba en una industria de conservas hasta que quedó en quiebra. Con veinticinco años y un hijo me vine a hacer las Asturias gracias a un hermano que tenía por estas tierras. Aunque él vivía en Oviedo allí los alquileres estaban muy caros y nos tuvimos que quedar, mi mujer, mi hijo de dos años y yo en un piso de alquiler aquí en Mieres en la calle Escuela de Capataces. Yo iba y venía a diario a Oviedo, donde trabajaba en una zapatería que tenía mi hermano y donde seguí hasta que me jubilé.


Aunque en un principio pensaba mudarme a Oviedo cuando pudiese nunca lo hice y me quedé en este Mieres que me fascinó desde que llegamos (aunque no tuviera mar jaja). Aquí creció mi hijo mayor y aquí nació mi segunda hija y yo, aunque llegué ya bastante mayor, me considero un mierense”.


No se olviden. Buscamos “Mierenses de adopción”, gente que, haya recalado en este concejo y que, sin ser mierense de nacimiento, se sienta como tal. Pueden enviarnos sus historias a través del correo o de Facebook.

Igualmente buscamos historias de “Mierenses por el mundo”. No hace falta residir en el extranjero. Basta con vivir fuera de Mieres (y, lógicamente, fuera de Asturias). Pueden contárnoslas a través de la página de Facebook o mediante un correo a elblogdelmierense@gmail.com indicando en el asunto: “por el mundo”.


Pueden adjuntarnos fotografías, vídeos… Todo lo que nos envíen saldrá publicado.

Contamos con ustedes.

Comentarios

DIOGENES ha dicho que…
Veo que somos muchos los que compartimos la misma experiencia de emigrar o inmigrar. En las experiencias que hasta ahora se publicaron existe un factor en común a todos nosotros, una acomodación y cariño al lugar que nos acogió y una gran carga de nostalgia por nuestras raíces. Próximamente, cuando tenga un poco de tiempo, escribiré y mandaré mi historia para que Plauto, si considera que es merecedora de ello, la publique. Un saludo y un fuerte abrazo a todos los que abandonaron su tierra para venir aquí o para irse a otro lado, al igual que yo, en busca de un futuro y una vida mejor.