MIERENSES DE ADOPCIÓN: La historia de Prudencio

Como ya sabrá, en este apartado alternamos; una semana, una historia de uno de los “Mierenses por el mundo”, otra, una historia de uno de los “Mierenses de adopción”. Esta semana toca leer la historia de una de los segundos, más en concreto, de Prudencio.


“Llegué a este municipio procedente de Toro allá por 1975. Tenía yo unos veintidós años y allí trabajaba como dependiente en un comercio tipo el Salat de aquí. Cuando el comercio cerró quedé sin trabajo y, aprovechando que mi hermano mayor trabajaba en Fábrica Mieres, me vine para aquí a hacerle compañía a él y a su mujer. Me costó lo suyo encontrar trabajo en Mieres, en aquel momento solo había minas y poco más y, tengo que reconocerlo, las minas siempre me impusieron bastante, siempre les tuve cierto miedo aún sin haber entrado en ninguna. Gracias a un vecino del bloque donde vivían mi hermano y su esposa, en la Pérez de Ayala, supe que un colegio de Oviedo buscaba un bedel, un bedel que acabé siendo yo. Allí estuve durante unos seis años, hasta que en 1984, junto a un amigo que había hecho en Oviedo en los años que fui conserje, monté una tienda de reparaciones en la zona de Buenavista, que aún existe y de la que aún vivo. Me casé con una mierense y a pesar de trabajar en Oviedo sigo viviendo en Mieres, en la misma calle que mi hermano. Después de tanto tiempo, ya soy un mierense adoptado”.


No se olviden. Buscamos “Mierenses de adopción”, gente que, haya recalado en este concejo y que, sin ser mierense de nacimiento, se sienta como tal. Pueden enviarnos sus historias a través del correo o de Facebook.

Igualmente buscamos historias de “Mierenses por el mundo”. No hace falta residir en el extranjero. Basta con vivir fuera de Mieres (y, lógicamente, fuera de Asturias). Pueden contárnoslas a través de la página de Facebook o mediante un correo a elblogdelmierense@gmail.com indicando en el asunto: “por el mundo”.

Pueden adjuntarnos fotografías, vídeos… Todo lo que nos envíen saldrá publicado.


Contamos con ustedes.


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