Los que estén en Mieres ya sabrán, viendo la foto, de qué les voy a hablar esta semana. Los que no, para ponerlos en situación, les contaré que desde el pasado lunes el perímetro de la Casa Consistorial permanece vallado por motivos de seguridad, al desprenderse el pasado fin de semana carga de la pared norte del edificio y con el objetivo de que, en caso de que vuelva a caer algo más, no le caiga a nadie encima.
Los técnicos ya están trabajando en informes que señalen qué ha ocurrido y qué debe hacerse para ‘conservar’ la salud de nuestro ayuntamiento, que con un siglo y medio construido comienza a tener los normales achaques de la edad.
Recuerdo que no hace mucho hablábamos en un reportaje del proyecto aquel de construir un nuevo ayuntamiento en Santa Marina, que ya se habían hecho diseños y maquetas y se iba a ejecutar con cargo a fondos mineros. Recuerdo que aquello dio de qué hablar y había gente que consideraba que era un gasto tonto, mientras que había otras personas, algunas que trabajaban dentro del actual edificio, que señalaban que estaba ya “pa pocos trotes”.
¿Qué debería hacerse ahora? Pues creo que lo que se hace en casa, que aprovechamos que vamos a hacer obra para que los obreros arreglen esto y lo otro, es decir, que los arquitectos municipales hagan una buena revisión del edificio y se pueda arreglar, ya que estamos con obras, aquellas cosas que la economía permita arreglar.
No obstante lo mío no deja de ser nada más que una simple opinión. Lo que tengo claro es que después de haber perdido poco a poco muchos edificios ‘históricos’ de Mieres no deberíamos ni se debería consentir que los pocos ‘históricos’ que quedan se vayan deteriorando.
Comentarios
Trabajarán bien y podrán aguantar, posiblemente, unos meses más sin tener que engrosar la lista de empresas que cierran.
Y seguro que saldrá más barato que si se le da a la empresa que siempre se le adjudica todo en esta nuestra comunidad.