REPORTAJE: Pudo haber sido... pero no fue

Siempre que se procede a realizar una obra se tienen en cuenta distintas alternativas para su ejecución y, especialmente, para su emplazamiento.
Esta semana rebuscamos en la hemeroteca en busca de posibles emplazamientos que se tuvieron en cuenta a la hora de realizar una obra, pero que, por distintos motivos, fueron rechazados. Pudo haber sido… pero no fue.

-Museo de la Minería en Barredo
Tras el cierre de las instalaciones del Pozo Barredo allá por el año 1995, estas fueron tenidas en cuenta para la ‘reconversión’ a museo de la minería. Diversas circunstancias, entre ellas, la dejadez y la poca voluntad de quienes entonces estaban en el gobierno local propiciaron que el MUMI se construyese en El Entrego, en torno a las antiguas instalaciones del pozo San Vicente. Teniendo terreno (que Barredo lo tiene) se dejó pasar una idea millonaria, ya que el MUMI de El Entrego es uno de los museos más visitados de Asturias. ¿Se imaginan cómo hubiera sido el MUMI en Barredo, con la posibilidad además de enseñar los vestuarios y demás instalaciones que aún se conservan?

-Museo del Ferrocarril en Turón
Y pareció no aprenderse de los errores a la hora de rechazar otra idea: la de construir el Museo del Ferrocarril en Turón. Esta propuesta estaba lanzada por el entonces (y aún) director del Museo del Ferrocarril, Javier Fernández, natural de Mieres. No hubo forma alguna de conseguir el visto bueno de las autoridades y la idea fue ofrecida al Ayuntamiento de Gijón, que recuperó la antigua estación de tren de Jovellanos para albergarlo, en un espacio mucho menor que el que hubiera podido ofrecer el Valle de Turón (que habría visto también cómo las locomotoras mineras volvían al valle). En la actualidad el Museo del Ferrocarril es otro de los museos más visitados en el Principado.

-Museo de la Tonada en la Casa Duró
Fue en el año 1999 cuando nació la idea de hacer un museo que fuese visitado por gente de toda Asturias y del resto de las comunidades autónomas interesadas en un mismo tema: la tonada.
Por aquel entonces, distintos artistas locales así como varios estudiosos de este cante, propusieron al Ayuntamiento una ubicación para el museo. El Ayuntamiento barajó esa opción, acabando por rechazarla. ¿Cuál era esa opción? Aprovechar la Casa Duró como Museo de la Tonada. Los puntos a favor de esta idea se basaban en que era (y es) el inmueble civil más antiguo de Mieres y en la posibilidad de disponer de un espacio exterior en torno al edificio para realizar diversas actuaciones de tonada.
Como decimos, la idea fue rechazada y se buscaron nuevos emplazamientos. Finalmente el Museo de la Tonada se acabó por ubicar en un chalet que se restauró para la ocasión, ubicado en la calle Numa Guilhou.

-El nuevo cuartel de la Guardia Civil y su ubicación
Ya en 1999 se hablaba de algo que aún hoy sigue haciendo correr ríos de tinta: la construcción de un nuevo cuartel de la Guardia Civil.
Por aquel entonces el Ayuntamiento estaba dispuesto a hacer una permuta con el cuerpo armado: el Ayuntamiento cedía a la Benemérita los terrenos que ellos escogiesen para construir el nuevo cuartel, a cambio de que la Benemérita le cediese al Ayuntamiento los terrenos del antiguo cuartel (en Avda. de México), con el posible  fin de construir viviendas.
La idea parecía perfecta, pero no tardaron en aparecer los problemas… Primeramente la Guardia Civil eligió terrenos en Sueros y Santullano para la construcción del nuevo cuartel. Sin embargo esos terrenos no eran propiedad del Ayuntamiento, que debía comprarlos para poder hacer la permuta, algo que probablemente no fuese rentable.
Buscando nuevos emplazamientos, la Guardia Civil topó uno que les pareció ‘ideal’: la antigua fábrica charcutera de Los Mallos, en La Peña, que entonces llevaba ‘solo’ dos décadas cerrada.
Sin embargo, eran también propiedad privada, por lo que la operación de permuta parecía complicada.
Finalmente no hubo permuta alguna: el nuevo cuartel se construirá en los terrenos que ocupaba el anterior, en Avenida de México.
Curiosamente, y como se puede leer en el artículo que acompaña el texto, los agentes esperaban “unas nuevas instalaciones, de 5.000 metros cuadrados, a muy corto plazo”. Desde entonces han pasado catorce años.

-La estación de autobuses, en El Batán
En el año 1994, tanto la prensa como el Ayuntamiento daban por hecho una cosa: la estación de autobuses de Mieres se iba a construir en los terrenos municipales que separaban y separan el Hermanos Antuña de la A-66.
Ello era toda una novedad,  ya que hasta entonces se habían barajado dos opciones: la Sierra de Máximo y La Mayacina.
A favor de esta ubicación se esgrimía la cercanía con la autovía y la posibilidad de aprovechar unos terrenos que, hasta entonces, estaban sin uso.
La obra tardó en hacerse (de hecho comenzó en 2005), y se realizó en las proximidades de Vega de Arriba, un lugar completamente distinto, pero dentro del plan Vasco-Mayacina, que era una ubicación que también se había barajado. 

-La ‘reforma urbanística’ de Oñón y su rápida ejecución
En Navidades del año 2002, el Ayuntamiento aprobaba el desarrollo urbanístico de Oñón, a contar con 212 viviendas, y daba luz verde a las expropiaciones, que según se calculaba, costarían dos millones de euros.
El entonces edil de Ubanismo, Luis Álvarez Payo, señalaba que confiaba en comenzar la construcción de las viviendas a finales de 2005, o, a más tardar, a comienzos del año 2006.
Por aquel entonces se estaba también trabajando en otro gran desarrollo urbanístico: La Mayacina.
La diferencia entre uno y otro radicó en que mientras que en La Mayacina los trabajos de urbanización dieron inicio en el año 2006 y la construcción de las primeras viviendas comenzó en 2009, en Oñón lo único que se ha hecho ha sido demoler las últimas viviendas existentes en el barrio y, de momento, la urbanización de Oñón, con seis bloques de seis alturas, zonas verdes y aparcamiento subterráneo, tendrá que esperar.

Comentarios

Xurde ha dicho que…
El MUMI o el Museu del Ferrocarril hubieran sio auténticos bombazos pa esti conceyu. Eso si que hubiera sio una reconversión como Dios manda, xenerando emplegu y riqueza, o sino que pregunten a la xente d' El Entregu cuántos visiten el MUMI al añu.
El cuartel tamién hubiera tao bien en Los Mallos y si Interior hubiera comprao el edificiu al dueñu (que agora ye el mesmu que yera dueñu d'Enferbús), probablemente a estes hores ya habría un nuevu cuartel.
LA HISTORIA DE MIERES SE ESCRIBIÓ Y SE ESCRIBE SOBRE MUCHOS PROYECTOS Y UTOPIAS NO REALIZADAS, Y ES UNA PENA, QUE NOS DIRIJAN LA VIDA DE MIERES GENTE CON " TANTA CABEZA PENSANTE "
Anónimo ha dicho que…
Me da una envidia del carajo ver cómo se aprovechan los recursos en el otro Valle del Nalón, el cual hasta no hace muchos años daba pena y dolor pasearse por sus calles.

Ahora la cosa ha cambiado radicalmente al contrario. No hay más que ver todos los equipamientos, recursos, museos, ideas nuevas y exitosas que funcionan allá, y que aquí podíamos haber hecho de la misma manera.

E incluso mejor: tenemos una situación geográfica envidiable en lo que se refiere a accesibilidad en diversos medios de transporte, y sin embargo vamos pa'trás como los cangrejos.

¡Qué pena que aquí no hubiera minas de carbón, para hacer un museo de la minería como dios manda, o una vía de tren minera para hacer algo parecido como el tren minero de Samuño!

Debe ser porque aquí no hay hoteles de 4* (los de Cenera y Figaredo deben ser espejismos).

¿Quién serán los culpables?
Xandru ha dicho que…
Aparte del museo del Ferrocarril, en Turón, hace ya muchísimos años se plateo la posibilidad de un tren turistico que recorriese todo el patrimonio arqueológico industrial del Valle, aprovechando las vias del tren minero, proyecto que fue tachado desde todas las administraciones como descabellado, costosísimo, y hasta peligroso.

Este año la sensación del verano ha sido el ecomuseo del valle de Samuño.

No me direis que no es como para sacar el 3 en 1 para proceder a engrasar el garrote vil.
El museo FFCC del Ilustre Ayto de Gijón, es el resultado del expolio del patrimonio industrial de las cuencas mineras, los acólitos de los políticos de entonces se encargaron de ocupar los puestecitos y ejecutar el "robo", sumado al museo sanitario que se crearía en el chalet de los Figaredo no cabe duda que podría haber sido todo ello un recurso no presente en ninguna otra parte. Tenemos unos políticos y acólitos que mete miedo... y ahí seguirán estando, con sus kilometrajes, dietas, pluses y enchufando a sus amigos para estas cosas... para arruinar las comarcas y lo jodido es que todavía los traen para dar el pregón de las fiestas y sentirse más Mierenses que nadie.....