No sé a dónde vamos a ir a parar. Ya
no solo cierran fábricas pequeñas, que llevan años estancadas con pobres
resultados, sino que ahora también cierran grandes fábricas, inmersas en redes
de distribución multinacional, y que lo hacen por motivos de “reestructuración”,
siendo dichas fábricas perfectamente viables y generando beneficios desde hace
muchos años.
Ya lo vimos con Tenneco, que
probablemente acabará cerrando por mucho que sus trabajadores hagan protestas,
se encierren en las instalaciones y demás. Les interesa llevarla a Rusia porque
allí es más barato producir y punto. Y a los que están en Gijón, que se
aguanten.
Y lo mismo estamos viendo con la
planta de Coca-Cola en Colloto, una fábrica impresionante con casi 60 años
funcionando, y que va a echar en breve el cerrojo, dejando en paro a más de 140
trabajadores (realmente 130, porque según tengo entendido algunos serán
recolocados en otras plantas).
Da la casualidad que tanto en Tenneco
como en Coca-Cola las empresas aluden el mismo motivo: “causas organizativas y
productivas”, para cerrar plantas con beneficios, sin estar en concursos de
acreedores, ni con pérdidas ni con nada de eso.
La empresa que anima a “tener ganas de
vivir” y a “compartir con…” va a mandar a casita a más de cien trabajadores en
Asturias y unos cuantos más (se hablaba de 500) en España, ya que la de Colloto
es solo una de las cuatro o cinco plantas que van a cerrar.
Y luego aún se insiste en que el paro
está bajando y en que “vamos por el buen camino”, según dicen Rajoy, la Bañez y
esa panda que gobierna el país. Sigo sin ver la mejoría más allá de esos datos
del paro que recogen mejoras pequeñísimas y que dudosamente se pueden ver como
mejoras.
Ánimo a los trabajadores (conozco un
par de ellos que además son de Mieres) y la máxima suerte para las
negociaciones y protestas. Es realmente complicado echar para atrás a una
compañía de estas, pero nunca se sabe. Según dicen, la esperanza es lo último
que debe perderse…
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