JOYAS DE NUESTRO PATRIMONIO: Palacio de Camposagrado

Se construye sobre las ruinas de un asentamiento romano, posible puesto de vigilancia para controlar a los habitantes del vecino castro de Bustiello y las obras en la vía que uniría León con los núcleos urbanos de Asturias (Carretera a El Padrún).
En el S. XIV se levantó la torre circular que sustituía a la romana, (al estilo de la que se conserva en Olloniego) pero por grietas en su estructura fue derribada en la posguerra y reemplazada por la que vemos en la actualidad. 
En torno al torreón medieval se fueron construyendo edificaciones menores, convirtiendo el lugar en una pequeña fortaleza. Un documento vinculado a la familia de Camposagrado del s. XV cita la "casa fuerte de Mieres".
La primera alusión a "Palacio" data del S. XVII en el que el recinto se convirtió en vivienda señorial de la Casa de Quirós y su mayorazgo el Marqués de Camposagrado.
La casona se construyó aprovechando la torre que se utilizó como esquina, en el interior las habitaciones se dispusieron en dos plantas, alrededor de un patio con columnas de tipo toscano, que se cubrió en 1926, año en el que el Ayto. compró la propiedad por 375.000 ptas.
La fachada de 31 m. se articula en torno a la puerta de entrada que es lo más destacable, con portón de medio punto, sobre él campea el lema de la familia "Después de Díos, la casa de Quirós". Sobre el balcón de forja hay un escudo de España que vino a sustituir al del linaje de Camposagrado. De estilo barroco asturiano. En el s. XVIII, ya sólo se usaba como residencia de verano. Aquí se alojó Gaspar Melchor de Jovellanos y la reina Isabell II.
En 1939, se dona al Auxilio Social para crear un hogar infantil. Y en 1960 se crea el actual Instituto Bernardo de Quirós. Albergando en su interior, una pinacoteca de las más importantes de Asturias, con más de 200 obras y una colección de cerámica asturiana.
En la actualidad es la sede del Instituto de Educación Secundaria «Bernaldo de Quirós», y aloja también un museo donde se exhibe la colección de pintura y escultura reunida a finales del siglo XX por Carmen Castañón, directora que fue del centro.

Está declarado Bien de Interés Cultural, con categoría de Monumento, por Decreto 63/2004.

Comentarios

Julia ha dicho que…
Y si no lo hubieran pintado de ese color blanco horroroso que le pusieron, estaría todavía mejor.
Anónimo ha dicho que…
ya pa que no se note la mierda de les palomes.
Que poco sabéis de arquitectura