Los nostálgicos recordarán un edificio
que hacía esquina entre las calles Numa Guilhou y Oñón. Se trataba de un
edificio con cierto valor arquitectónico, de dos pisos y una especie de
“sobrepiso” o buhardilla. El edificio en cuestión fue demolido hace no muchos
años para construirse en su lugar un hotel que poco comparte, en lo que a
estética se refiere, con aquel edificio.
La Casa Rectoral, por su parte, es
un chalet modernista con fachada a dos calles y galería en un lateral. Esquina
redondeada, con balcones y balaustrada en el piso superior. Dos pisos más ático
sobre el portal, mirador en madera y cristal de tipo neogótico. Remata el ático
una estructura triangular que flanquean unas agujas goticistas. Balaustrada de
piedra a lo largo de la altura de la cornisa, de tipo modernista.
Esta joya de la arquitectura se halla
recogida en el Inventario de Patrimonio Arquitectónico de Asturias.
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Comentarios
esto ye como el arte abstracto....cualquier dia sal un artista con una mierda pincha en un palu y decimos que tien un gran valor arquitectonicu-social-cultural-paisajisticu y pagamos 3 o 4 millones por ella...con esto lo mismo