No hay que tener miedo a copiar,
cuando lo que se copia es algo bueno. Ya me lo habrán oído unas cuantas
ocasiones…
El otro día supe, a través de la televisión, de la existencia en Belmonte de
Miranda de una iniciativa lanzada por su Ayuntamiento y que funciona bastante
bien, o, al menos, cumple aquella máxima de la democracia por la que todos los
ciudadanos deben participar en el gobierno del pueblo.
*Parque infantil en Murias. |
La idea funcionó tan bien que los
miembros del grupo, además de cumplir con esa ‘misión’ inicial, se encargaron
de constituir una especie de asociación cultural a través de la cual organizan
representaciones teatrales, participan en la cabalgata de Reyes del concejo y preparan
diversas actividades, haciéndose notar en un concejo como Belmonte de Miranda,
con 1.600 habitantes y una población bastante envejecida.
Como ven, una idea que dio un
resultado que superó todas las previsiones. No solo se consiguió el grupo para
dar traslado al Consistorio de todas las quejas de los críos, sino que los
miembros de ese grupo se han unido para hacer cosas por el concejo.
¿Por qué no hacer algo así aquí? ¿Por
qué no abrir la participación en política a los niños? Que igual no es posible
hacerlo como en Belmonte, vale, porque Mieres tiene otras características
distintas como concejo. Pero, ¿por qué no ir entonces, una vez al año, por
ejemplo, por los colegios e institutos del concejo, preguntando y escuchando a
los críos y a los adolescentes por las cosas que ellos crean que deban
hacerse?
Puede parecer que no, pero los niños y
los adolescentes también pueden aportar mucho a un concejo. Los críos ven cosas
que para los adultos pasan desapercibidas o en las que no se repara lo suficiente.
¡Dejémosles participar! Tomemos ejemplo de Belmonte de Miranda…
Comentarios