Once años separan las instantáneas que
les ofrecemos esta semana. En 2005, la limpieza de la escombrera de Reicastro
se encontraba bastante avanzada.
No en vano se llevaba ya casi cuatro
años transportando los estériles de la escombrera en camiones hasta la térmica
de La Pereda, donde eran quemados.
La escombrera dejó paso al descampado,
situación en la que se encontró el paraje, con una extensión de casi 15
hectáreas, durante varios años, hasta su urbanización en 2011.
Con aceras, rotondas, mobiliario urbano
y farolas, Reicastro espera desde hace casi cuatro años una actividad, tras
haberse urbanizado con miras a la construcción de un polígono industrial o una
central de biomasa. Por ahora, es solo una basta extensión de terreno que
muchos utilizan para hacer ejercicio.
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