CRÓNICA NEGRA MIERENSE: Crimen en el Alto Turón (1987)

20 de diciembre de 1987. Son las 3:50 de la madrugada en el Casa Migio, uno de los restaurantes más conocidos del Valle de Turón, situado en la ascensión al alto de La Colladiella. En el restaurante están siete mineros, que habían estado participando en un homenaje a un compañero jubilado y su propietario, Remigio Álvarez Menéndez.
Cuatro encapuchados entran armados e intimidan a Remigio tras golpear a un cliente y rodear al resto. Alarmado por la situación, Remigio les entrega las 80.000 pesetas que había en la caja, pidiéndoles que no molestaran a su familia, que dormía en la planta superior del inmueble. Los atracadores le piden entonces que les entregue las joyas que hubiese por casa. Poco después suena un disparo y Remigio cae al suelo, sin vida. Tenía 42 años. Los ladrones acceden a las habitaciones de la vivienda y se hacen con un botín consistente en varias joyas y armas de colección que poseía Remigio.

Este es el relato, simplificado, de un crimen que conmocionó al Valle de Turón a finales de los años 80. Remigio, natural de La Tazá, un pueblo del Valle de Cuna, regentaba desde hacía varios años Casa Migio, un restaurante con gran reputación en el valle turonés, que, entre otras cosas, otorgaba (y otorga) el Pote de Oro, un galardón con el que se distinguen a diversas personalidades vinculadas al valle.
Los asaltantes del negocio hostelero no tardaron en ser apresados por la Guardia Civil. Se trataba de cuatro hombres: Mateo, Juan Carlos, Marcos y José Antonio. Los tres primeros fueron enjuiciados once meses después de que acontecieran los hechos. Mateo y Juan Carlos, hermanos, fueron condenados a más de 80 años de prisión como autores de un delito de robo con homicidio. La misma condena cayó para Marcos.
La sentencia del caso consideró un hecho probado que José Antonio, conocido como El Pichi fue el autor del disparo y cerebro del atraco. Sin embargo, no pudo ser enjuiciado al hallarse en paradero desconocido desde que ocurrieron los hechos. Fue condenada también a un año de prisión Inocencia, una mujer que “aceptó” algunos de los efectos sustraídos del restaurante. El tribunal fijó asimismo una indemnización de 12 millones y medio de pesetas para la familia de Remigio.
Dieciocho años después de la tragedia, Casa Migio sigue siendo un lugar de referencia en la hostelería turonesa y del concejo, gracias a que su esposa y su hijo han seguido para adelante con el negocio, como el mejor homenaje que podrían haberle hecho a Migio, un hombre muy querido y recordado en el Valle de Turón.   
*En la imagen, reconocimiento de Mejoras del Valle a la labor de Migio, coincidiendo con el primer aniversario de su muerte. Extraída de la publicación "Ecos del valle". 

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
El tal Pichi murió en portugal a manos de la policia cuando perpetraba otro atraco.