Víctor Manuel San José Sánchez nació
en Mieres el 7 de julio de 1947. Hijo de Jesús, ferroviario, y Felicita,
comerciante, pasó su infancia en Les Cases de Efrén, en las proximidades del
Puente La Perra.
Ya desde niño comenzó a dar muestras
de su talento musical. Así, con siete años, imitaba a Joselito, y con nueve,
aprendía a tocar la armónica. Su regalo de Reyes, cuando tenía once años, fue
una guitarra, guitarra que le permitió, con doce años, componer su primera
canción: Tendré tu amor.
Tras participar en diversos concursos
locales de canción, en 1963 se convirtió en el cantante de la orquesta Bossa
Nova, labor que compaginaba con sus pinitos futbolísticos en el Caudal
Deportivo y su equipo juvenil. Era también miembro, desde sus inicios, de la
Asociación Cultural ‘La Cucaracha’, fundada por varios jóvenes del concejo a
comienzos de los años 60.
*Víctor Manuel San José. |
La recta final de los años sesenta y
el primer lustro de los setenta le suponen un no parar de actuaciones,
grabaciones y la publicación de sus primeros discos. En 1972 se casó, además,
con Ana Belén.
Su carrera musical se consolidó en los
años 80, en los que además se lanzó a la aventura de producir cine, con varios
títulos entre 1987 y 1993. Tras esta experiencia, se centró nuevamente en el
ámbito musical. En 2008 publicó su último disco, No hay nada mejor que escribir
una canción. Desde entonces, no ha parado de dar conciertos repasando sus temas
más míticos, dentro de la gira 50 años no es nada.
Padre de dos hijos, Víctor Manuel ha
hecho cuantiosos regalos, en forma de canción, al concejo. El más
significativo, La romería, dedicada a
la fiesta de los Mártires de Cuna, y convertida casi en el himno de los
festejos en honor a San Cosme y San Damián.
Siempre ha hablado claro sobre sus
orígenes y ha llevado el nombre de Mieres allá por donde ha ido, lo que le ha
valido diversos galardones, como el ‘Mierense del Año’ en 1983, el galardón
‘Mierense en el mundo’, que le fue otorgado en 2012 o el multitudinario
homenaje que en 2011 hizo el IES Bernaldo de Quirós, del que fue alumno en su
juventud.
Viene a Mieres siempre que puede, como
nos reconoció hace unos años en una entrevista a esta página y reconoce disfrutar tomando algo en
Requejo, yendo hasta Cenera, o subiendo al Picu Siana. “Desde la montaña, parece que Mieres no ha cambiado. Es como si
volviera a mi niñez”, ha declarado.
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