LA TRIBUNA DE MONTERDE: El retorno de los grafitis

En Oviedo se han puesto en plan de guerra contra las pintadas que en zonas como El Antiguo iban proliferando en mobiliario urbano, fachadas de edificios públicos y privados y hasta en las propias aceras o embaldosados de las calles. En 2016 detuvieron a ocho jóvenes y solo en enero llevaban ya cinco, con la correspondiente multa de 750 euros (que se duplican, llegando a 1.500 si son reincidentes). La Policía tiene orden de patrullar y pillar a todo el que vean pintando, sin más.
Es la forma que han encontrado para luchar contra el incremento de los grafitis. Un incremento del que Mieres, como si esto fuese una moda, tampoco se libra.
*Grafiti en marquesina en Requejo.
Véase la imagen que acompaña al artículo. Se trata de la marquesina de la parada de autobús situada justo detrás de la Plaza de Requejo. Apareció tal y como la ven hace cosa de tres o cuatro semanas. Un grafiti con su contorno, su fondo, sus tres o cuatro colores... Bastante elaborado. No hace falta ser un experto en grafitis para ver que ha llevado su tiempo hacerlo, aún en el supuesto en el que hubiese varios autores que hubiesen estado trabajando a la vez, ocupándose cada uno de una parte del grafiti.
Lo mismo puede predicarse de la segunda imagen de este artículo. En esta ocasión, la obra ha aparecido en un espacio cubierto que tiene el centro de salud Mieres-Sur, en la fachada principal, la que da a la Plaza de los Sindicatos Mineros. Un espacio que, además tiene luces (aunque desconozco si se encienden o no por la noche).
Grafitis, los dos, que han comportado un tiempo, quizás varias horas, que se han hecho además en elementos próximos a la calle, en zonas más o menos bien iluminadas, por donde pasan vehículos (y por ende, por donde pasan patrullando diversos cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado). Y sin embargo, nadie parece haber visto nada. No ha saltado a los medios noticia alguna, como sí ocurriera hace unos meses, por ejemplo, con los jóvenes sorprendidos destrozando un contenedor.
*Grafitis en la fachada del c. de salud Mieres-Sur.
¿Qué procederá ahora? Gastar un dinero en limpiar, para que los artistas vuelvan a pintar… Y vuelta a empezar. No es un problema exclusivo del casco urbano. La marquesina del autobús de Peñule, creo recordar, apareció hace un mes o mes y algo más o menos como la primera marquesina del artículo.
Imagino que el problema seguirá siendo problema hasta que lo que se gaste en limpieza de pintadas acabe irritando a quien controla el gasto del Ayuntamiento y se decidan a tomar medidas más drásticas, pero necesarias, al estilo de Oviedo: multa y ficha. Y si hay reincidencia, multa al doble. No deja de ser un tema que va por épocas: llevábamos unos años bastante tranquilos, pero parece ser que ahora vuelve a ponerse de moda esto de hacer grafitis usando como lienzo cualquier sitio y haciendo después gastar tiempo y elementos para proceder a limpiar.
Por ahora, queda esperar que a quienes les corresponda se percaten de ese incremento y tomen, como es lógico, las medidas oportunas. 

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Tienen que empezar a casacar multas y a obligarles a que limpien sus gracietas. El centro sur mete miedo por delante y por detrás entre pintadas, basura y mierda en general.
Anónimo ha dicho que…
El edificio del centro sur está hecho para que la gente vaya a pintar, beber y follar, que es lo que hacen jóvenes y no tan jóvenes. La vigilancia no debería limitarse solo a pasar una vez por noche patrullando por la calle, deberían bajarse y dar una vuelta al ambulatorio. Caía más de uno seguro.
Anónimo ha dicho que…
Es que el ambulatorio sur debería estar vallado para prohibir la entrada por su parte trasera. Nunca entenderé que no lo esté...
Xurde ha dicho que…
Con el ambulatoriu pretendió facese un edificiu hipermodernu y vanguardista. Meyor hubiera sío centralu un pelín más na parcela y usar la parte d'atrás como aparcamientu pal personal, un aparcamientu con el so portón d'accesu y to cerrao y vallao como dios manda.
Agustín Emilio Cuesta Menéndez ha dicho que…
La falta de ocupación nos trae estas consecuencias, gente sin hacer nada y sólo pensando en fastidiar al prójimo, como venganza. Tienen una tendencia a practicar la vagancia. La solución es bastante sencilla, vigilar hasta que vayan cayendo. Multa y que limpien lo que han estropeado. Si reinciden, multa doble y volver a limpiar. Estoy seguro que el resto dejará de ensuciar paredes o trenes, como es el caso de FEVE. Por cierto, el centro de salud sur debiera de estar vallado desde hace muchos años. No sirve eso de decir que no hay presupuesto. Siempre, contra una acción, la reacción en sentido contrario.