El
número de pasos a nivel en el concejo se ha reducido drásticamente en los
últimos años y los que hoy existen pueden contarse con los dedos de una mano,
casi todos ellos para dar servicio a viviendas o pequeñas poblaciones, como
Baiña, Pumardongo, parte de Ablaña o parte de de Vegapiqueros, en Figaredo.
Los
pasos a nivel, con o sin barreras, fueron fuente de innumerables accidentes que
pusieron de relieve el problema que para la seguridad vial suponían estas
formas de cruzar las vías del tren. Algunos, con drásticas consecuencias, como el
accidente que ocurrió en la noche del 16 de agosto de 1962, en un paso a nivel
situado en Reicastro, que era necesario cruzar para entrar a Ujo.
Eran
las diez y media de la noche cuando un autobús de Emutsa, que hacía línea a
Valdefarrucos, fue arrollado por un T.A.F. (un tren de viajeros de larga
distancia similar al Talgo o al actual Alvia) que circulaba, procedente de
Madrid, en dirección Gijón. El autobús recibió un fortísimo impacto en lateral
que le hizo girar sobre sí mismo, quedando totalmente destrozado.
*Recorte del diario El Comercio sobre lo sucedido. |
Treinta
y dos viajeros tuvieron que ser hospitalizados, con diversas fracturas y
contusiones. A uno de ellos fue necesario amputarle las piernas.
Las
informaciones del momento coinciden en señalar que la rápida intervención de
los servicios médicos en el lugar del accidente, con un rescate muy organizado
y en el que participaron numerosos vecinos de la zona, evitó que hubiese más
víctimas. De hecho, muchos se volcaron con los heridos, desplazándose hasta
Reicastro “jefes de las empresas
industriales y mineras mierenses, taxistas y muchos particulares con coches que
trasladaron con rapidez a los lesionados a los centros sanitarios”, según apuntan los periódicos de la época.
Sobre
la responsabilidad del accidente, se conjugaron dos factores que desencadenaron
la tragedia: un paso a nivel con escasa visibilidad en el sentido en el que
circulaban tanto el tren como el autobús, al tener el trazado ferroviario una
pequeña curva. El tren no iba a excesiva velocidad, pero el maquinista no pudo
hacer nada por evitar el choque.
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