LA TRIBUNA DE MONTERDE: Perdiendo fiestas

Terminado el verano, se confirma y acentúa algo que quienes llevamos esta página hemos venido observando en los últimos años.
Como cada verano, a lo largo de este hemos ido informando a través de Pueblos de Mieres, nuestra página en Facebook dedicada a la zona rural del concejo, sobre todas las fiestas que se han celebrado en los distintos pueblos en el periodo estival.
Aún habiéndonos dejado alguna, que siempre pasa, hemos notado que se mantiene una constante que comenzamos a observar hace unos años. Es una realidad: las fiestas de los pueblos van desapareciendo, poco a poco.
Antes del verano, a comienzos de junio, Urbiés acogía su tradicional Certamen del Quesu, en torno al que se armaba toda una fiesta, con música, mercado de artesanía, actividades deportivas y mucha gastronomía. En 2016 se celebró la vigésimo-sexta edición, la última hasta el momento. En los últimos años era habitual que los periódicos le dedicasen algunas páginas e incluso que la televisión se desplazase a cubrirlo. Sin embargo, este 2017 no hubo certamen alguno.
*Carteles de algunas fiestas desaparecidas.
También en Turón era habitual encontrarse, a mitad del verano, con una gran fiesta: San Roque y La Magdalena, en Villabazal. A la tradición religiosa se unían verbenas, corderos a la estaca, un mercado de artesanía, bailes regionales… Este año solo hubo una misa, el día de San Roque y La Magdalena.
El verano se terminaba con las fiestas de Los Remedios, en La Güeria de Urbiés, el último fin de semana de septiembre. En los últimos años las fiestas en honor a la Virgen de Los Remedios iba acompañada de verbenas, juegas infantiles, concursos…
Este año no ha habido fiestas.
Yendo más atrás en el tiempo, en los últimos años han desaparecido otras fiestas como la cita con la cultura que acogía cada agosto Miruxeo, en el Valle de Cuna, que unía corderos a la estaca con teatro, música o escultura. A más altura, en el Mayáu Llumbu, se celebraba a mediados de julio una arrozada reivindicativa y de unión de los concejos de Mieres, Lena, Riosa y Quirós. También en el monte, en el Picu Siana, se organizaba una fiesta campestre a finales de junio, con carreras a caballo, deportes, música y juegos. Precisamente con música y juegos festejaba La Pereda a su patrón, San Bernardo, a mediados de agosto.
Son solo un puñado de ejemplos, pero hay muchísimos más. Por discrepancias, por razones de presupuesto, o por motivos personales, muchos organizadores han dejado de organizar, valga la redundancia, buena parte de las fiestas que se celebraban en los pueblos del concejo. Ante esta situación y esperando a que algún día se recuperen esos festejos que han caído en el olvido o que surjan otros nuevos, no está de más animar y alentar a todos aquellos que siguen haciendo posible fiestas como las de Santiago Apóstol, en Ribono; las de Paxío, las de San Bartolomé, en Baiña; las de San Cristóbal, en Cenera; las de las de Cauxal, Santa Marina y La Yana’l Monte, en Turón y todas aquellas que aguantan gracias a personas que dedican buena parte de su tiempo a que la fiesta y la tradición continúen. 

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
En muchos pueblos ya no hay ganas de hacer nada y muchas veces como pasa en uno de esos citados en el artículo, los que tienen ganas no encuentran más que palos entre las ruedas y acaban desistiendo, cosa que entiendo perfectamente. Es muy triste que trabajes en pro de tus vecinos y estos vayan a su vez en tu contra.
Xurde ha dicho que…
Ta viéndose tamién a nivel de Mieres. Esti añu nun hubo fiestes en mayu en Santa Marina.
IRUN ha dicho que…
Yo lo que también observo es que hay fiestas que desaparecen por la falta de jóvenes o la falta de interés de los jóvenes por mantenerlas. Son patrimonio popular, por así decirlo. No deberían caer en el olvido.