CRÓNICA NEGRA MIERENSE: Una Nochevieja trágica (1968)

La Nochevieja sirve para celebrar la salida de un año y la entrada en otro, a través de cenas y fiestas. Sin embargo, lo que en principio debería ser una celebración, hay veces que acaba mal. Algo de eso fue lo que ocurrió en Mieres en la Nochevieja de 1968, y de lo que se hicieron eco los diarios regionales y nacionales en su primera edición de 1969.
Artículo en ABC (02/01/1969)
Todo sucedió en una popular y abarrotada sala de fiestas de la época, en el centro de Mieres. Entre los que allí se encuentran se hallaba Jesús Andrade, de 38 años, un coruñés afincado en Mieres, donde trabajaba como mecánico-conductor en una empresa de transportes. Estaba con su esposa y otro matrimonio de amigos, celebrando el fin de año. Hasta ellos se acercó, en un momento dado, Antonio Manuel Macelo, de 34 años, un portugués que trabajaba como minero.
En ese momento la noche comenzó a torcerse para ambos: Antonio Manuel “molestó de palabra a la esposa de Jesús”, por lo que Jesús “le llamó la atención”. Eso molestó a su vez a Antonio Manuel, que “esperó a la salida a que terminase el baile”, según relata la prensa de la época.
La Nochevieja se tiñó entonces de tragedia: “cuando abandonaban la sala de fiestas los dos matrimonios y gran cantidad de público, inopinadamente, el agresor [Antonio Manuel], con una navaja, asestó a Jesús una mortal puñalada”. Pese a que la sala de fiestas estaba en el centro, a “cincuenta metros” de la Casa de Socorro, Jesús llegó sin constantes vitales y nada pudo hacerse por su vida. Antonio Manuel le había propinado una certera puñalada en el corazón.
El agresor fue inmediatamente detenido. Aunque trató de justificar su conducta aludiendo a que había bebido y a que Jesús le había regañado de muy mala manera por simplemente “piropear” a su mujer, nada le salvó de ser juzgado y condenado a prisión.
No fue la única muerte que hubo que lamentar en el concejo en aquella Nochevieja de 1968, aunque la segunda, de la que también se hicieron eco los diarios, se produjo por causas biológicas. Un vecino de la Güeria de San Xuan, Sabino Ardura, murió “de un ataque”, entendemos que cardíaco, aquella misma noche. Como Jesús, también tenía 38 años.

Comentarios

Recuerdo ése asesinato, yo tenía entonces 16 años y lógicamente en casa no me dejaban salir. Ocurrió a la salida de la discoteca Yubana. Al año siguiente ya tenía 17 años y mi madre, como recordaba lo ocurrido el año anterior, se negó a dejarme salir a festejar la entrada del año nuevo, diciendo que tendría que ser mayor de edad. Al año siguiente ya pude estrenar mi mayoría de edad celebrando mi primera Nochevieja con amigos y amigas. Nunca lo olvidaré.