Muy buenas a todos y a todas. Dado que esta es mi primera colaboración, creo conveniente presentarme en unas líneas. Soy la nueva opinionista-articulista de esta web. Me han invitado a serlo, a firmar dos artículos por mes, y me he animado. Me han dicho que debo firmar mis colaboraciones con un seudónimo. Me rebelé un poco contra esta política de la página y al final logré que me dejaran publicar con Álvarez como firma. No es un seudónimo, sino mi primer apellido.
En
mi curriculum aparecen colaboraciones con un par de diarios regionales con los
que seguiré colaborando siempre que me lo pidan, ya que en ellos no hablo de
Mieres, sino de otros temas. Me gusta escribir sin tapujos, algo que me han
garantizado que podré hacer en esta web. Suelo inspirarme en la realidad y me
gusta reflexionar sobre ella. Reconozco que me va mucho la ironía y que a veces
puedo ser algo gamberra. Soy mitad mierense y mitad morciniega y llevo en este
planeta desde 1985.
Comienzo
mi andadura en este medio celebrando un cumpleaños, el del centro comercial
Caudalia, que este septiembre alcanza los 13 años –12+1, para los
supersticiosos–. Recuerdo haber estado aquel 6 de septiembre de 2006 en el Caudalia,
dándome una vuelta por sus pasillos y sus tiendas. Recuerdo también haber regañado
a una de las personas que me acompañaba. “Esto va a durar dos días, te lo digo yo. Ya verás
cómo no tardan en cerrar tiendas… Que esto ye Mieres, no Oviedo” me aseguró
mientras caminábamos por uno de los pasillos. “Qué poca fe tienes en Mieres.
Con lo que llevamos esperando un centro comercial, ¿cómo va a ir a pique tan
pronto?”, le contesté. El tiempo le ha dado la razón. Quizás yo era demasiado
optimista y creí que aquella mole comercial, tan nueva, tan bonita y tan
impoluta sería una nueva carta en la baraja de las posibilidades de Mieres.
Vale que había locales que no tenían actividad, pero seguramente con el paso
del tiempo la irían teniendo. Pero no, no fue así. Quienes todavía acudimos una
o dos veces por semana al centro comercial lo sabemos bien.
A
día de hoy, trece años después, diría que el Caudalia funciona al 40%. Puede
que esté redondeando un poco al alza y que si nos pongamos con un plano y la
lista de locales, ese porcentaje sea incluso inferior. Fui muy optimista en
2006 y siento ser todo lo contrario ahora. En estos trece años el centro
comercial ha perdido, por unos u otros motivos, decenas de tiendas (Todosport,
Los Telares, The Phone House, Movistar, Vodafone, Orange, Acesol, Kiddy’s
Class, algunos restaurantes y cafeterías, perfumerías, una joyería, una tienda de
duplicado de llaves y arreglos de calzado…). Vale que algunos de esos locales
han conseguido atraer a nuevos inversores, pero la gran mayoría de los que se
quedaron sin actividad siguen tal cual. Hoy por hoy, en Caudalia se cuentan 22 locales
funcionando y el hipermercado. De esos 22 locales habría que excluir las
tiendas oficiales del BVM Mieres y del Caudal, que tienen unos horarios
concretos de apertura al público. También la cancha que el BVM tiene dentro del
centro comercial. Vamos, que al final son menos de 20 en un centro que tiene
capacidad para casi el cuádruple de negocios. Y la cosa no parece que vaya a
mejorar a menos que se tomen medidas pronto. Recorrer el centro comercial es hoy en día caminar por entre locales cerrados como los de las fotografías que ilustran este artículo.
¿Qué
está fallando, entonces? Esa es la pregunta que deberían hacerse los
responsables del complejo comercial. De acuerdo, Mieres no está para tirar
cohetes en lo que a comercio e industria se refiere, pero se pueden hacer cosas
para frenar la sangría que desde hace años sufre el Caudalia. Aplaudo que hayan
comenzado a ofrecer quick stores, o
lo que es lo mismo, locales para un alquiler por un breve periodo de tiempo,
enfocado a promociones, campañas o las llamadas tiendas efímeras. Como parche puede estar bien. Sin embargo, hay
que ir más allá.
¿Qué
pasó con aquellas exposiciones que se organizaban en el Caudalia? Recuerdo
haber visto allí una impresionante muestra fotográfica de los lavaderos de
Mieres, una colección de fotografías antiguas de la parroquia de Cuna, una
exposición muy interesante sobre insectos exóticos, otra sobre automovilismo,
con coches incluidos… Daban vida al centro comercial y se han dejado de
organizar, pese a lo interesantes que eran algunas de ellas. Podría también,
como complemento, abrirse un espacio musical, para conciertos de música en directo,
en alguno de los muchos locales que hay vacíos. No estaría mal, tampoco,
invertir en publicidad y anunciar que el Caudalia sigue abierto y que todo
inversor o idea de negocio son bienvenidos. Espero que hayan bajado las
tarifas, ya que hace unos años supe por una amiga a cómo estaban los alquileres
y me quedé ojiplática.
Viendo
cómo están las cosas en el Caudalia, mucho me temo que los próximos dos, tres o cuatro años van a ser claves para
saber qué pasará con el centro comercial en el que muchos tuvimos y tenemos fe,
aunque estemos comenzando a perderla.
Álvarez
Comentarios
Lo de los alquileres es también otra de las cosas que se les fue de las manos. Tiendas que daban vida al Caudalia han cerrado por ello.
Es una pena, la verdad.
Buen articulo.
Por cierto, la última vez que fui la tienda del BVM estaba desmantelada, así que dudo sigan allí.
Además, si en la zona no se fija población ni hay trabayu, porque ta claro que en Mieres trabayu poco o cero, quién va a consumir en los centros comerciales?
Caudalia ya nació muerto, en la zona nun se necesitan centros comerciales, necesitase industria que de trabayu a la xente, porque sino nun queda xente que vaya a consumir; si a eso unimos que muchos jubilados tienen que ayudar a los sos fios y fíes porque o tan en paro o tienen salarios de mierda, too suma.
Igual fui muy optimista, pero a Caudalia sí que le veía vida. Hacía falta un centro comercial, o eso parecía. Es cierto que lo que vino después era impredecible y que contribuyó sin duda a agravar la situación del centro comercial. Gracias por leerme y por comentar. Un saludo.