HISTORIAS DE NUESTRA HISTORIA: Una 'bomba' que no pasó de un susto (1996)

La mañana del día 13 de junio de 1997 transcurría con normalidad en los juzgados de Mieres. De pronto, la Policía Nacional entró al edificio y sin perder tiempo ordenó el desalojo del inmueble. Se activaron todas las cautelas ante la bomba que podía explotar en el edificio. 
Recorte del diario La Nueva España

Unos minutos antes un medio de comunicación local recibía una llamada anónima. Eran las doce de la mañana. Al otro lado del teléfono, alguien insistía en que “acabo de poner una bomba en los juzgados de Mieres y va a explotar pronto”. Inmediatamente se puso el asunto en manos de la comisaría de la Policía Nacional de Mieres que acudió al juzgado para examinar todas las dependencias en busca del artefacto. Por fortuna, no apareció nada y todo quedó en un susto.
El modus operandi seguido, con la llamada anónima a un medio de comunicación, recordaba a los agentes el que por entonces empleaba la banda terrorista ETA en sus atentados e hizo, en un primer momento, que se temiese lo peor.
Aunque se concretó que la llamada había sido hecha desde una cabina telefónica, no se pudo dar con el responsable de lo que resultó ser una broma de muy mal gusto, en una época en la que avisos como aquel por lo general iban seguidos de explosiones con efectos devastadores.

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