ÁLVAREZ OPINA: Cerrar en tiempos revueltos

“Con el objetivo de proteger el bienestar de todo nuestro equipo y garantizar el servicio a todos nuestros clientes, durante el periodo de alerta, os informamos de que a partir del martes día 17 esta tienda permanecerá cerrada”, con estas tres líneas, convertidas en ocho por medio de un tipo de letra de 36 puntos, Alimerka informaba a sus clientes del cierre de casi una treintena de supermercados en Asturias, dos de ellos en Mieres, uno, el de la fotografía, ya reabierto el pasado día 30.


Los supermercados Alimerka de las calles Martínez de Vega y Jerónimo Ibrán echaron el cierre, se supone que temporalmente, en pleno estado de alarma, por una decisión que desconcertó a muchos clientes. La decisión de la empresa ha despertado críticas, como las de quienes reprochan que no tiene sentido bajar la persiana de establecimientos como estos en una época en la que solo ellos y cuatro tiendas más pueden permanecer abiertas. Ahora bien, es más gracioso aún que, sabiendo que los desplazamientos están limitadísimos, inviten a los clientes del de Martínez de Vega a ir al de Valeriano Miranda, y a los del de Jerónimo Ibrán, al de avenida de México; lo de que hay que salir de casa lo menos posible parece que no lo han contemplado a la hora de hacer esas recomendaciones. A mí, que vivo en Alfonso Camín, me queda igual de lejos ir al de Martínez de Vega, al que de hecho iba, que al de Valeriano Miranda, pero a alguien que viva en El Poliar, mandarlo mientras estuvo cerrado a la avenida de México, tal y como están las cosas, era casi un chiste y es lo que ha despertado buena parte de las críticas. Quizás lo suyo habría sido cerrar, sin sugerir ningún supermercado alternativo.
Ojalá que esas medidas en pro del “bienestar de todo nuestro equipo” en las que han amparado el cierre de sus establecimientos se estén cumpliendo. Me gustaría que si algún trabajador o trabajadora de la empresa lee este artículo nos lo comentase. Son tiempos duros y toca garantizar unas buenas condiciones higiénico-sanitarias, descansos y ese plus salarial que les han prometido. Si de verdad los cierres han permitido reducir posibles contagios entre la plantilla y proteger ese "bienestar de todo nuestro equipo", los cierres habrán merecido la pena. Por Whatsapp circula ya una campaña de boicot a la empresa que insta justo a eso, a no volver  a comprar en ella ni ahora ni cuando se levante el estado de alarma. Habrá que ver qué pasa, porque por Whatsapp circula de todo.
En este contexto, entiendo la postura de salvaguarda de los intereses de sus trabajadores que defiende la empresa, siempre que de verdad se esté dando esa protección, pero también las críticas que ha despertado esta decisión en los clientes. No me posiciono en ninguno de los bandos. Por parte de los clientes críticos, el boicot me parece exagerado. Por parte de la empresa, me parece también exagerado invitar a los clientes a desplazarse a otros supermercados sabiendo cómo están las cosas. Lo mismo puedo decir de los bancos que también durante estos días han cerrado sucursales, a la espera de tiempos mejores.
Se ha aconsejado por activa y por pasiva que las salidas se limiten a lo imprescindible. Apliquémoslo, que ya habrá tiempo de ir y volver tantas veces como se quiera al supermercado o al banco una vez todo esto pase.
Ánimo y salud para todos los lectores.

Álvarez

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Si la empresa preserva la salud de sus empleados, malo. Si los tiene expuestos, malo

Que país...
XuacuXinta ha dicho que…
Digo yo que lo mas sensato será que la empresa vaya rotando a toda la plantilla disponible para exponerlos al riesgo el menor tiempo posible. Que no se yo si es exactamente a lo que se refiere la empresa, por la que no siento especial simpatía, pero sería lo lógico. Y si mantienes todos los supermercados abiertos va a ser complicado hacer rotaciones. Al final la gata flora va a ser de La Villa.