ÁLVAREZ OPINA: El neumático estrangulador o cómo no tirar cualquier cosa a un río

Una de las grandes ventajas que tiene escribir para un público más o menos amplio es la posibilidad de difundir vivencias que, como sucede con la que les traigo esta vez, invitan a reflexionar.

Esta Semana Santa estuve en Santa Cruz para llevar una cosa que me había pedido una buena amiga. Era por la mañana, se la di y me dijo que se iba a dar un paseo con su perro hasta Bustiello, paseo al que me invitó. Ya que hacía sol, acepté su invitación y fuimos hasta el poblado minero siguiendo el paseo que parte de Santa Cruz. En un momento dado, su perro se salió de la pista hasta una suerte de playa fluvial, con piedras en vez de arena, un punto que mucha gente utiliza para bajar al río y bañarse cuando las condiciones climatológicas lo permiten. Me pareció estar ante uno de los paisajes más bonitos que vi en mucho tiempo, con la serenidad del río Aller, las piedras, el sol… Sin embargo, bastó darme la vuelta para que esa imagen se rompiese.
"¿Qué hace esto aquí?", le pregunté a mi amiga al observar lo que se ve en la fotografía que abre el artículo y que no es sino un neumático de bicicleta incrustado, literalmente, en el tronco de uno de los árboles del río. "Eso ya lleva ahí desde que se abrió este paseo, que tiene como unos once o doce años", me explicó mi amiga.
Barajamos distintas hipótesis sobre cómo aquello habría podido llegar allí, pero ninguna de ellas me importa ahora mismo. Algo que nunca debió llegar a un río no solo había llegado, sino que lo había hecho de tal forma que se quedará allí por mucho tiempo, estrangulando a un árbol que habrá que ver si sufre algún tipo de consecuencia por la acción del inconsciente que se deshizo del neumático. No era la única basura que podía verse allí, pues entre las ramas también había plástico y unas cuantas botellas.
Me impacta ver cómo mares y playas se llenan de porquería y me impactó ver cómo nuestros ríos y sus orillas también tienen ese problema. Salimos del cauce del río y tiramos de datos para ver cuánto tiempo tardaría en descomponerse aquel neumático: hay estudios que hablan de más de 100 años. También los hay que apuntan a que los neumáticos son de los pocos objetos más o menos fáciles de reciclar, pues su caucho se transforma sin mucha dificultad en alquitrán para carreteras o en una nueva mezcla de caucho para fabricar más neumáticos. El de la foto seguirá allí, descomponiéndose lentamente, causando un daño a ese árbol que, sin culpa alguna, se ha convertido en su víctima.
Pensemos antes de deshacernos de cualquier cosa en cuál es la mejor opción para ello. Pongamos el reciclaje y los puntos limpios siempre en primer lugar. Evitemos que se vean cosas tan aberrantes como este neumático estrangulador.

Alvarez


Comentarios

Anónimo ha dicho que…
El estau de los ríos en Asturies ye lamentable y tol munu echa la culpa al Principau, pero seamos xustos el que tira la basura a los cauces nun ye el principau, son la cama de guarros que anden sueltos.
JEROMIN ha dicho que…
Sentido común...cojes una navaja o algo cortante y eliminas el neumático y problema resuelto.