Bebidas y jóvenes –y no tan jóvenes- son piezas clave en la celebración de Los Mártires. Juntos (los jóvenes con las bebidas) pasan un buen rato, emborrachándose en los praos.
Lamentablemente, todas las cosas buenas tienen su parte mala...
Desde hace ya varios años el Ayuntamiento nos lleva “torturando” con el eslogan “Mieres para vivir”, en el que uno de sus puntos principales es la limpieza de las calles y el reciclaje, en los que debemos colaborar todos.
En estos años de vigencia del eslogan se ha podido ver una cierta mejoría en la limpieza de las calles y rincones del municipio así como un incremento en el número de personas que reciclan, pero eso no es lo que me preocupa...
El motivo de esta crónica viene dado por el título, ¿acaso no han visto cómo se queda la zona del santuario una vez acaban las misas? ¿Y qué me dicen de los praos donde beben y comen los romeros?
Parece ser que durante las fiestas a los mierenses –y a los romeros en general- se nos olvida en casa nuestra conciencia ecológica ya que todo lo que cae en nuestras manos (da igual lo que sea, siempre que no sirva de nada) acaba en el suelo o hierba (botellas, papeles, cartón, vasos...)
Viendo eso parece que las papeleras hubiesen desaparecido como por arte de magia, ¡pero siguen allí! ¡Y pasamos de ellas! Menos mal que solo son unos días, sino, acabamos con el “pulmón de Mieres”...
Es una lástima que durante las fiestas a muchos mierenses se les olvide que la conciencia ecológica debe estar siempre con nosotros...
Lamentablemente, todas las cosas buenas tienen su parte mala...
Desde hace ya varios años el Ayuntamiento nos lleva “torturando” con el eslogan “Mieres para vivir”, en el que uno de sus puntos principales es la limpieza de las calles y el reciclaje, en los que debemos colaborar todos.
En estos años de vigencia del eslogan se ha podido ver una cierta mejoría en la limpieza de las calles y rincones del municipio así como un incremento en el número de personas que reciclan, pero eso no es lo que me preocupa...
El motivo de esta crónica viene dado por el título, ¿acaso no han visto cómo se queda la zona del santuario una vez acaban las misas? ¿Y qué me dicen de los praos donde beben y comen los romeros?
Parece ser que durante las fiestas a los mierenses –y a los romeros en general- se nos olvida en casa nuestra conciencia ecológica ya que todo lo que cae en nuestras manos (da igual lo que sea, siempre que no sirva de nada) acaba en el suelo o hierba (botellas, papeles, cartón, vasos...)
Viendo eso parece que las papeleras hubiesen desaparecido como por arte de magia, ¡pero siguen allí! ¡Y pasamos de ellas! Menos mal que solo son unos días, sino, acabamos con el “pulmón de Mieres”...
Es una lástima que durante las fiestas a muchos mierenses se les olvide que la conciencia ecológica debe estar siempre con nosotros...
-PLAUTO-
Comentarios
Despues la juventud y los no tan jobenes no cuidamos nada ya no solo tiramos basura, si no que tambien rompemos cierres de prados, portillas etc etc y despues nos castigamos a nosotros mismos bebiendo como animales y dandoles trabajo a proteccion civil y cruz roja durante todo el dia bajando borrachos y accidentados al hospital. buena fiesta pero poco control de limpieza en definitiba un 5 para la organizacion.