Me sorprendió hace unas dos semanas el leer en el periódico, y, posteriormente, en esta web la noticia del robo ocurrido en el Visiola Rollán.
He de decir que no me sorprendió mucho (no vayan a pensar mal, que no he sido yo el ladrón…) el que algún caco pusiese en su punto de mira dicho edificio; cumplía, en mi opinión, con todos los requisitos que busca un delincuente a la hora de actuar (tampoco soy un delincuente, no imaginen cosas que no son…)
En primer lugar, y estarán de acuerdo conmigo, es un lugar alejado de cualquier edificio de viviendas –los más próximos están en el barrio de San Pedro-.
En segundo lugar, es un edificio al que se accede perfectamente por la parte trasera del campo de fútbol, una zona que, de madrugada, no está para nada transitada, lo que impide al ladrón ser visto.
En tercer lugar, mucha seguridad no había: ni alarmas, ni videovigilancia, nada, y, seamos sinceros, ¿qué ladrón se resiste a robar en un sitio en el que nadie le puede pillar “infraganti”?
Por si fuese poco, no se ha vuelto a saber nada más del tema, sin duda alguna, el robo perfecto: se llevaron cosas de valor y no fueron vistos ni por el raposu.
PLAUTO
Comentarios
lo mejor seria vivir en una ciudad donde la necesidad de hurtar a los demas fuera nula y si al menos entran y roban sin realizar los destrozos que hacen pero encima de robar te destrozan las instalaciones,
claro esta que no justifico que roben pero al menos ya que es imposible evitar el robo , que no destrocen todo a su paso.