El caso es que muchos comercios cierran, basta con darse una vuelta por calles como La Vega, con un gran número de locales cerrados que antes albergaron un negocio. Frente a esos cierres continuos de pequeños y grandes comercios están otros que comienzan a aparecer y crecen en cuestiones de meses.
Hace unos meses Plauto ejemplificaba esto con la apertura de unas cuantas tiendas “de chinos” abiertas en los últimos años, yo voy a centrarme en los “compro oro”.
Es curioso, pero en poco más de seis meses ya han abierto dos locales de este tipo (en Carreño Miranda y Numa Guilhou) y otro va a abrir en breve (en la Manuel Llaneza), tiendas que constantemente nos acechan con publicidad en el buzón, en el parabrisas del coche o, incluso, en plena calle.
Pero, ¿cuál es el secreto de estas tiendas? Vale. La crisis ha favorecido que la gente venda aquellas joyas que posee para sacarse un dinero extra, pero ¿tres locales de empeño en Mieres? ¿En serio hay tanta gente en un municipio como Mieres dispuesta a empeñar sus joyas? Que quieren que les diga, tiempo al tiempo… No creo que aguanten mucho tiempo como casas de empeño, tendrán que convertirse en joyerías cuando vean que no hay futuro y aún así les costará mantenerse a salvo. Esta es mi humilde opinión, espero las suyas.
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P.D. Creo haberme soltado un poco más en esta segunda intervención, aunque me sigue imponiendo el dirigirme a tanta gente.
Comentarios
Yo creo que si alguien necesita este tipo de servicio, esta bien que exista una opción en Mieres, pero no tantas.
Y las tiendas están bien, que por lo menos crean empleo que, falta nos hace. Un saludo.
No estoy de acuerdo, con todos mis respetos, con algunos de vuestros comentarios y pienso que estáis siendo un poco injustos pues nadie estamos libres de sufrir un revés en la vida y vernos avocados a la desgracia.
Muchas de las personas que acuden a estos negocios tuvieron su momento de estabilidad económica que se preveía duradera y adquirieron una vivienda, un coche o alguna joya. Un mal día se encontraron en el paro, sin posibilidades de encontrar trabajo y el mundo se les derrumba. Con el paso del tiempo la situación empeora y cada vez cuesta mas hacer frente a los pagos y subsistir y es en ese momento cuando se acuden a estos negocios para malvender o empeñar ese anillo, esa pulsera o alguna joya familiar. Es injusto pensar que solo acuden a estos sitios los que derrocharon y se empeñaron de manera incontrolada. Desgraciadamente, muchos de los que venden lo poco que tienen, en estos lugares, son familias que vieron como su vida se desmorono cual castillo de naipes de la noche a la mañana.
Ojala no existieran este tipo de "negocios" pues significaría que no existe tanta necesidad como la que no vemos, desde una situación privilegiada, a nuestro alrededor.
Muchas veces, mas de las deseables, nuestra situación estable nos impide ver las desgracias de los que nos rodean y a las que todos estamos expuestos.
DIÓGENES