y que, años después de concluir la obra, seguían vacíos ya que nadie se decidía a meterse en una vivienda que costaba, si mal no recuerdo, sobre 300.000 €. Esta semana, vuelvo a hablarles de un tema parecido del que me voy a servir para traer a colación un asunto que comentaba hace unas semanas con un colega…
Los pisos que ven en la imagen fueron construidos en torno a 2006-2007. Son tres (el constructor los llama chalets-adosados) y se levantaron en pleno barrio de La Villa. Cada vivienda consta de dos dormitorios, dos baños, cocina, salón y garaje. Salieron a la venta por 200.000 € y, hoy, cinco años después, están en 135.000 €. De los tres se vendió el año pasado uno. ¿Por qué no se venden? Imagino que por el precio, la situación, las vistas (nulas)…
¿Qué pensará el constructor? Eso debe fastidiar mucho…
El caso es que este es un ejemplo más de cómo se echó a perder La Villa, uno de los barrios originarios de Mieres (junto a Requejo), y que hoy es un surtido de bloques de pisos junto a casas en ruinas y solares vacíos. ¡Qué pena! Nunca entenderé por qué el PGOU es tan ‘estricto’ con Requejo y tan permisivo con La Villa, hasta al punto de haber permitido cargársela a constructores y demás ‘enriquecidos’ con pisos, derribos de casas que estaban en un relativo buen estado…
Un saludo,
Comentarios
zona.ademas solo decir una cosa.te paseas por mieres y hay montones de pisos en venta y en esta zona menos estos de los q hablas q esta vendido uno,q creo q ya son dos...
Los demas edificion no se vende ninguno y creo q sera por algo. Yo como vecina de la villa estoy muy orgullosa de como esta kedando esta zona.eso si al ayuntamiento le diria q se acordara un poco de la zona para limpiarla mejor y adecentaran la zona de juego de niños.y q controlaran mas el tema del botellon aunke este ultimo ya no se estila tanto sigue habiendo algun incidente q otro.por lo demas estoy orgullosa de LA VILLA
Estos pisos, otros coloraos que hay cerca. Los únicos que nun desentonen son los que tienen detrás el ríu Duró (unos naranjas).
El casu ye que tampoco ye calidá de vida lo que se respira en La Villa, más los fines de semana-