Los que me recuerden de anteriores crónicas y reportajes sabrán que suelo ser bastante directa a la hora de escribir. Por ello si tuviera que calificar estas patronales con una nota les pondría un siete. Si lo tuviera que hacer con una frase, esa sería: han estado mejor que el año pasado.
Este San Xuan estuvo marcado por la austeridad, algo normal en estos tiempos que corren, con una inversión de unos 80.000€ pero creo que por primera vez austeridad no es sinónimo de porquería o chorrada. Se han hecho unas fiestas de calidad, con ambiente.
Las fiestas arrancaban el viernes 15 con el barrenazu, el pregón del Padre Ángel que fue muy emotivo (cómo se nota lo que quiere a su tierra ese hombre) y la apertura de los chiringuitos, un punto a favor para el Ayuntamiento puesto que antes era una exageración lo pronto que se abrían. Acababan el lunes 25 con el concierto de la Marisa Valle Rosso que con su prodigiosa voz llenó la Casa de la Cultura. En esos diez días, todo tipo de actividades…
En mi opinión hubo demasiado deporte, demasiados torneos de demasiadas cosas. Vale que se aproveche la fiesta, pero cosas como lo de los caballos podrían haberse hecho más adelante igual que algunos de los torneos (hubo de tenis, natación, baloncesto, balonmano, ajedrez, fútbol sala…). Solo faltó hacer un torneo de petanca. No estoy en contra del deporte, pero el programa de San Xuan estaba saturado en ese sentido.
Un acierto más fue lo de los stands de juegos que hubo en el Ayuntamiento y La Pasera durante algunos días para los nenos y que corrían a cargo de Cajastur.
Mucha música asturiana, pero centrada en dos sitios: Casa de Cultura y Parque Jovellanos… Vamos a ver, si se cortó la Manuel Llaneza, ¿por qué no se pudo dar un concierto al aire libre delante de Liceo? O en el patio del colegio, aunque fuese. Eché en falta las gaitas, que solo se oyeron el día grande. También hubiera estado bien poner alguna luz de fiesta al Ayuntamiento, aunque fuesen unos farolillos. ¡Qué soso estaba!
Poco teatro para mi gusto y una lástima que se cayera del cartel el concurso de entibadores, que era una seña de identidad del festejo.
Los caballitos, donde siempre y como siempre, aunque también menos que otros años.
Sobre los días importantes, el 23 y el 24, decir que el programa me pareció perfecto. Estupendo que se mantenga el enramado de las fuentes y lo de la cargueña y riquísima la paella del Liceo (y barata la ración). Espectacular el arranque de la foguera, con esas columnas de fuego, y preciosos los fuegos artificiales. Además, según me contaron, se apagaron las luces de algunas zonas de Mieres para verlos mejor. Otra cosa que estuvo muy bien fue el hecho de que se cantase el ‘Santa Bárbara Bendita’ antes de que comenzase a arder la foguera. Supuso un momento y un mensaje muy emotivo.
El concierto de los Mojinos, en lo personal, me gustó mucho. No es un grupo que suela escuchar muy a menudo, pero sí que estuvieron bien y por lo menos entretuvieron y atrajeron a gente joven al Parque.
Otra novedad de San Xuan que no quería dejar pasar por alto fue el corte de la Manuel Llaneza para instalar en ella los puestos típicos de San Xuan y que permitió que la gente se moviese con mayor facilidad por Mieres, especialmente la noche del 23 al 24. También esa noche fue un acierto el instalar altavoces en buena parte del casco urbano para que en casi todo Mieres se oyese la danza prima.
Sin embargo las fiestas tienen su parte negativa... Y en ello hay que dar un tirón de orejas a quienes mandan. El primer punto fue la limpieza. Señores, ¿pueden creer que casi una semana después sigue habiendo rincones de La Villa llenos de vasos de plástico, cartones de vino y botellas de alcohol? ¿Y por qué no se ha limpiado la explanada de Barredo, que quedó llena de cartones y sacos después de los fuegos artificiales?
Otro tema que falló en las fiestas fue el de la Policía. Como sabrán, muchos de los agentes están ‘de baja’ tras lo del plan de ajuste y la comisaría anda bajo mínimos, hasta tal punto que solo había dos locales para vigilar la Foguera y todo lo relativo a la noche de San Xuan. Con solo dos poco se hacía, y se pidieron voluntarios. Cualquier ciudadano de a pie podía sentirse policía por un día, mejor dicho una noche. No los hubo. ¿Qué se hizo? Al grito de ‘Gabino, Gabino, tenemos un problema’, se pidieron refuerzos a la Delegación del Gobierno. Protección Civil y Bomberos, como cada año, en sus puestos.
En fin, que en lo que respecta a programa, bien. Quizás otro concierto ‘grande’, como en años anteriores, pero al menos yo, con los Mojinos Escocíos me lo pasé genial. ¿Alguna recomendación para el año que viene? Pues sí: más luces en el Ayuntamiento y alguna actividad, como aquel mercadillo asturiano o medieval que se hacía en la c/ La Vega hace unos años y que desapareció. Estaría bien para un fin de semana de las fiestas.
Y como no, más limpieza y seguridad, por favor.
Comentarios
Y las fiestas para mi estuvieron bien, dentro de lo que esperaba