LA TRIBUNA DE MONTERDE: Arte a cal y canto

Quizás sea que tengo la mente muy cerrada, pero me parece que el arte hay que exponerlo. Que de nada sirve tener un cuadro de tal artista o una escultura del otro sin que se pueda mostrar a nadie. No hablo de montar un museo, sino, simplemente, de organizar una exposición para que quien quiera vaya a verlos, o colocarlos donde la gente los pueda ver. Cualquier cosa que no sea tenerlos en un sótano.

¿A qué viene todo esto? Pues a que, durante la época dorada de la Casa Duró, el Consistorio adquirió una obra a cada artista que exponía allí sus cosas. No es algo de otro mundo, porque el IES Bernaldo de Quirós también lo hace o hacía. Con ello se buscaba conseguir cierto patrimonio artístico y conseguirlo a buen precio, pues los artistas tendían a rebajar el precio de sus obras, un poco como agradecimiento por haberles tratado bien su exposición y haberles tratado bien a ellos.

*Paredes en la C. de Cultura donde podrían ir los cuadros.

A través de esta fórmula, el Ayuntamiento de Mieres adquirió, en los últimos años de funcionamiento de la Casa Duró, unas veinticinco obras a las que se les supone cierto valor artístico y económico, que nadie ha podido ver, a día de hoy, cuatro años después del cierre de la sala de exposiciones.

Están, como la Virgen de Covadonga original, guardados en un sótano. Es igual que el compra un coche y lo deja guardado en el garaje.

Repito. No digo que haya que montar un museo con ello, pero sí, una exposición o, por qué no, colocarlos en los pasillos del Ayuntamiento, de la Casa de Cultura… No sé, en sitios donde se vean, con su cuadradito debajo. O sino, cederlos a cualquier entidad, por ejemplo, al propio instituto Bernaldo de Quirós en el que ocurre justamente todo lo contrario: los cuadros que se compran a los que exponen pasan a formar parte del instituto, adornando las paredes de los pasillos tanto del palacio como del aulario, con un letrerito que explica quién es el autor y en qué fecha lo realizó. O sino, van directamente al museo, situado en la torre del palacio, y que es digno de ser visitado.

Es lo que tiene saber de arte, y tener la segunda pinacoteca más grande de Asturias, solo superada por la del Bellas Artes de Oviedo.

Volviendo al tema de los cuadros del Ayuntamiento, y quizás reiterando un poco la idea de la tribuna, es hora de desempolvarlos y hacer que se luzcan. Para eso se compraron, al fin y al cabo. Y para eso se pagaron con dinero de todos nosotros. Qué menos que poder verlos, aunque sea una vez, ¿no?

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