Ya lo anunciamos cuando celebramos el
sexto aniversario. Tenemos listos cinco reportajes (que podrían ser más) que
hemos denominado “Pasen y vean…”. Están preparados desde hace algunos meses,
pero no encontrábamos ni el momento ni la forma de empezar a publicarlos.
Antes de seguir, ¿qué es lo que les
vamos a mostrar? Muy sencillo… Vamos a entrar en varios edificios que tienen
algún tipo de interés cultural, artístico e incluso social. No tienen por qué
estar abandonados (de hecho, de esos cinco ya preparados solo hay dos
abandonados).
Queríamos algo visual, con muchas
fotos, pero como el espacio en Blogger es limitado, hemos optado por una
presentación a través de Picassa, que hace que se muestre como si de un Power
Point se tratara. Probamos esta semana, y, según cómo lo veamos, decidiremos si
hay algo que cambiar o no a la hora de presentar este tipo de reportajes.
Comenzamos, como habrán leído en el
título, en el antiguo sanatorio y la vieja farmacia de Bustiello.
El sanatorio data del año 1902 y fue construido
para ‘sustituir’ a otro edificio que se usaba con fines similares. Al edificio
original, compuesto por un pabellón central, dos laterales y uno posterior, se
le realizaron diversas ampliaciones (hay que tener en cuenta el número de
trabajadores que este hospitalillo atendió en su momento). Los expertos
destacan del edificio, catalogado como BIC (Bien de Interés Cultural), sus
trazos modernistas en frisos, ventanas, puertas…
La farmacia, por su parte, fue
construida en 1924 y está formada por un semisótano, un piso y un bajo. Hoy
solo se accede al bajo. La planta superior está tapiada. Inicialmente la
farmacia era independiente del sanatorio, pero un pasillo los conectó tras la recuperación
de ambos edificios en 1996 por parte de la Escuela-Taller del INEM “Arqueología industrial”. Hasta entonces
ambos edificios llevaban años sin uso. Como ahora.
Tras su uso durante un tiempo después
por parte de escuelas talleres, la farmacia y el hospitalillo quedaron sin un
uso concreto. No se integraron tampoco en la red Territorio Museo, como sí lo
hizo el resto del poblado de Bustiello, ya que su titularidad pertenece al
Principado.
En los últimos meses, todos los grupos
de la oposición denunciaron el estado de ambos inmuebles. Sobre la mesa, alguna
propuesta, como la de un empresario que planteó la posibilidad de convertirlo
nuevamente en un centro de formación en colaboración con una ONG que busca la
reinserción de jóvenes con problemas. El propio Ayuntamiento denunció también
al Principado, titular del inmueble, la situación del mismo. De
momento, sin respuesta alguna.
Tras recorrer todas las estancias en
las que pudimos entrar sin riesgo para nuestra integridad física, debemos
destacar varias cosas:
-La majestuosidad del sanatorio. Mostrada a través de la inmensa
galería, cada vez con menos cristales, con vistas al río Aller y lo que queda
de las puertas y vidrieras interiores. El sanatorio, a diferencia de la
farmacia, aún es recuperable.
-El deterioro: no hay sala sin boquete. Del sanatorio se salva su
‘hall’, y poco más. Todas las estancias restantes tienen boquetes en el techo o
en las paredes. El edificio de la farmacia tiene un gran boquete en el tejado.
-El expolio. Han desaparecido puertas, vidrieras, ventanas de la
galería, cableado eléctrico, lámparas, lavabos, inodoros, tuberías…
-La esencia de la escuela taller. Aún se puede ver el sótano de la farmacia,
con su letrero indicando que allí algún día hubo una carpintería. En el
sanatorio se conservan parios paneles explicativos en relación a las labores de
restauración realizadas en 1996.
-El acceso. No comprendemos cómo, si se ha denunciado tantas veces
el estado de abandono de ambos edificios sigue siendo tan fácil acceder a
ellos, incluso con vehículos, con el simple hecho de correr un portón. Si de
verdad se quieren preservar deberían tomarse medidas que impidieran el acceso y
la entrada a las instalaciones.
-La videoviligancia. Instalada en el 2012, a fin de evitar
más expolios en ambos edificios, fue completamente ignorada por los vándalos.
No es de extrañar, pues las cámaras no graban ni han grabado nunca nada. Y es
imposible que lo hagan. Son maquetas de plástico, que no graban ni grabarán
jamás.
-La maquinaria minera. Son varias las piezas (estas sí,
reales) colocadas en los jardines del sanatorio y que pese a estar al pie de un
edificio expoliado se conservan de una forma genial. Quizás sería lo suyo,
viendo cómo está el edificio, trasladarlas a otro lugar donde pudieran, tan
siquiera, ser contempladas por la gente.
Y hasta aquí nuestro recorrido por el
sanatorio y la farmacia de Bustiello. Aprovechamos para agradecer a A.
Fernández, vecina de Bustiello, que nos acompañase durante la realización del
reportaje fotográfico y nos aportara distintos datos en relación a ambos
edificios.
Comentarios
Nun conozco ambos edificios na más que dende fuera... Pero ye una pena velos como tan por dentro. ¡Con la de posibiliaes que podíen tener! Y más tando al pie de la carretera como tan, con sitiu dentro pa facer unos aparcamientos, a orielles del ríu...
¡Qué pena!
¿Qué edificios tan pendientes de publicase? Porque falense de cinco entregues y esta ye la primera. Ye curiosidá, más que na...