Víctor Manuel abrió San Xuan 2017 con un pregón repleto de referencias y vivencias sobre el concejo y su carrera

Con un emotivo pregón que llegó a emocionarlo por momentos, Víctor Manuel dio el pistoletazo de salida a San Xuan 2017 el pasado sábado día 17.

Pese al anuncio de que el pregón se llevaría a cabo en el Auditorio Teodoro Cuesta, en la Casa de Cultura, la previsión de una gran afluencia de gente propició que el Consistorio decidiese que el pregón se llevase a cabo en el propio Ayuntamiento, ante una Plaza de la Constitución abarrotada.

*Víctor Manuel, durante su pregón.

Víctor Manuel comenzó su pregón haciendo referencia a sus orígenes, a su nacimiento en una casa “del otru llau del puente La Perra”. Explicó el por qué de su nombre: “¿Cómo se va a llamar esti neñu?, preguntó la matrona. Víctor, como el so güelu. ¿Y por qué non Víctor Manuel, como el rey de Italia?”.

Recordó a sus güelos maternos, “María y Víctor y a su güela paterna Eloína, viuda de Ángel”. También recordó cómo por estas fechas “mi padre dábame unes pesetes para que comprase rifes de la xata San Xuan”, que nunca llegó a tocarle. Precisamente, abordó en su pregón las fiestas de entonces: “armaban una plaza de toros, también alguna noche había combates de lucha llibre y aparecía el teatro argentino, y circos como el de los Hermanos Tonnetti”. 

El cantante repasó su vida en Mieres y su posterior trayectoria en Madrid, comentando, que “fui a facer unes perres pensando en poner una cafetería, pero se fue estirando y la nostalgia del paraíso perdidu se tradujo en canciones que hablaben de Asturias y de lo que aquí había dejado”.

“Lo que te ancla a la tierra son los muertos y yo téngolos a todos aquí: güelos, padres, tíos, primos… Unos en Siana, otros en La Belonga y otros en la fosa común de Oviedo”, acertó a decir con un nudo en la garganta, precedido por algunas lágrimas que arrancaron la ovación del público.

“Pude haber nacido en México y ser José Alfredo Jiménez, o en Cataluña y ser Serrat, o en Úbeda y ser Sabina, pero por fortuna, no pude nacer en sitio mejor”. “¡Vivan les fiestes de San Xuan! ¡Viva Mieres del Camín! ¡Puxa Asturies!”, exclamó, a modo de cierre de su pregón.

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