Lo que son las cosas, en el último artículo hablaba de la falta que les hace a los árboles del paseo fluvial un seguimiento para que, aunque sea una vez al año, se poden, se desbroce su entorno y se les dé un mayor protagonismo en la senda. Quince días después, vuelvo a hablar de árboles que no han corrido con mucha suerte en la poda invernal del 2021-2022.
Los árboles, en una imagen del Street View de 2008 |
Sí, lo que ven sobre estas líneas son los cinco plátanos de sombra que, entre otras cosas y como su nombre indican, daban sombra en una de los accesos a los colegios Aniceto Sela y Liceo Mierense, el de la calle Martínez de Vega. Desconozco si gozaban o no de buena salud, sí que es cierto que en el Street View de Google se ven con pocas hojas en mayo de 2019. Celebro, en ese sentido, que si no estaban sanos los talasen, porque es una zona muy concurrida durante todo el curso escolar y podrían haber causado algún daño personal. Ahora bien, ¿era necesario rellenar los pozos con cemento? ¿Por qué no sustituir un árbol por otro? No exagero, a continuación está la prueba del delito.
Los huecos de los árboles tras ser rellenados con hormigón |
Me sorprendió mucho esta actuación, porque vino entre las primeras que llevó a cabo la nueva adjudicataria del mantenimiento de áreas verdes y el arbolado del concejo, el grupo FCC (Fomento de Construcciones y Contratas). Para quienes no lo sepan, el grupo FCC es la misma empresa que se encarga del mantenimiento de parques y jardines de la capital asturiana, esa ciudad que tantas veces ha sido reconocida por su limpieza, de la que también se ocupa esta empresa, y por el mantenimiento de sus espacios verdes. Por esa razón me parece sorprendente que se talen cinco árboles y que no se hayan colocado otros cinco, que es lo que cabría hacer. Desconozco si habrá sido una solución propuesta desde la empresa o si el Ayuntamiento ha sido el encargado de ordenar que allí donde hubo un árbol ahora solo haya cemento.
Muchas han sido las veces en las que, en esta web, ustedes y nosotros, los colaboradores, hemos reivindicado un Mieres con más verde y menos gris. Esto que ha sucedido en la calle Martínez de Vega es un clarísimo ejemplo a evitar. Desconozco si una vez echado el cemento se pueden reabrir en busca de tierra y si esa tierra permitirá plantar un árbol, pero si es posible hacerlo, tocaría hacerlo ya. Cualquiera que tenga unas décadas encima recordará unos cuantos árboles en el Jovellanos, en La Libertad y en otros muchos espacios verdes que ya no están. Sería interesante un estudio al respecto para determinar en qué proporción ha ido la tala o pérdida de árboles en el casco urbano y la replantación de ejemplares. Cabe pensar en un resultado tan sorprendente como preocupante. Por favor, más árboles, menos hormigón.
Álvarez
Comentarios
De todos modos, yo también esperaba que plantaran unos nuevos..... Pero claro, sobre la nueva empresa que se dedica a esto, habría que saber también qué es lo que tiene contratado.
Sobre lo del estúdio que planteas... es fácil. Hay muchos menos árboles. Estorban. Y a cada reforma, van desapareciendo más y más.
Luego vas a otras ciudades, y te los encuentras por todas las esquinas.
Lo primero, muchas gracias por la recomendación del otro día. Estuve leyendo unas cuantas entradas y he aprendido muchas cosas y me he sorprendido por otras muchas. Una gran página, que realiza una labor divulgativa extraordinaria.
Volviendo a Mieres, por más que intenté hacer memoria para visualizar estos árboles en su última etapa, no lo conseguí, de ahí mi sugerencia a quien hace las maquetaciones de usar Google Street View. En el último barrido por la zona ya se les ve con pocas ramas, lo que casa sin duda alguna con lo que comentas.
Me sorprendió mucho el cambio de árbol por hormigón y algo me dice que la orden viene de arriba, porque la empresa ha hecho sí que ha hecho un buen trabajo en otras zonas (en la próxima entrega saldrá un ejemplo de ello en el "Está pasando en Mieres"). Quiero creer que no ha tenido nada que ver el que estuvieran frente a la puerta de un colegio, porque pienso, como todavía comentaba la semana pasada, que los árboles deben estar en la vida de los niños/as y qué mejor manera que disfrutar, jugando bajo su sombra, cuando salen del colegio.
Y lo dicho, ojalá algún día se revierta el proceso de más hormigón, menos árboles.
Un saludo.
Soy joven y el Mieres que quiero es un Mieres verde, peatonal, sostenible, limpio y transitable.
Esto más que avanzar nos hace volver a retroceder.