ÁLVAREZ OPINA: El vicealcalde que supervisa obras de noche, el Mercadona y otras leyendas populares de Mieres
Advertencia 1: con motivo del aniversario de esta web me han pedido unas líneas con un tono y un tema distendidos. Se ha hecho lo que se ha podido.
Advertencia 2: todos los casos que se comentan en las siguientes líneas entran dentro de lo que se conoce como leyendas populares contemporáneas. Aunque puedan resultar verosímiles, su credibilidad es dudosa o, al menos, cuestionable.
Así es, hoy toca hablar de leyendas populares, de esas historias que surgen no se sabe muy bien cómo, pero que tienen cierto recorrido entre los mierenses, hasta el punto de que todas ellas las he escuchado por boca de dos o más personas. Permítanme que comience con una de las últimas. La escuché por primera vez hace unos meses, cuando alguien me contó lo siguiente:
“Un vecino mío venía por donde el antiguo economato [calle Sacramento Gutiérrez Concha] y había obras [las del proyecto Oñón, en su segunda fase, imagino]. Eran las cuatro de la mañana y vio una persona mirando las obras. Conforme se acercó, observó que era Manuel Ángel, el vicealcalde. Lo saludó y mi vecino le preguntó qué hacía allí a aquella hora. Le dijo que había ido a ver cómo iba la obra, que es algo que suele hacer de noche para no ser visto por nadie”.
La historia me la recordó otra persona, tiempo después. “¿Sabes que dicen que el vicealcalde va de noche a ver cómo van las obras para que nadie lo vea?”. Me quedé tan a cuadros como la primera vez. A ver, es verosímil que una persona con poder político supervise el desarrollo de unas obras, pero, ¿trasnochar para eso? Por favor, señor vicealcalde, si lee estas líneas, confirme o desmienta la leyenda. Una servidora y todos aquellos que hemos escuchado de sus desveladas para ir a ver obras estamos ansiosos de saber si esto es, como parece, una leyenda, o si realmente lo hace o lo ha hecho alguna vez. Si es así, sería elogiable que se restase horas de sueño para velar por el progreso del concejo en materia de obras, todo hay que decirlo.
Las leyendas populares contemporáneas suelen tener a políticos o expolíticos como protagonistas, no me pregunten por qué. Una de ellas decía que Luis María García, en su época de alcalde, solía pedir fuego a mucha gente por la calle. Desconozco si el exalcalde es o era fumador y si, en el caso de serlo, solía salir de casa sin mechero, pero también me gustaría saber qué hay de cierto o de incierto en esta leyenda.
A los mierenses nos gusta hablar y nos gusta el salseo. Hace muchos años, una persona me contó que en Mieres tenemos una vecina que trabaja o trabajó en una estación de esquí del Pirineo. Parece ser que allí conoció a un hombre con poder y que ese hombre se fijó en ella. Terminada la temporada de esquí, la mierense estaba aquí, en casa, tan tranquila, cuando sonó el teléfono y al descolgarlo escuchó un "oye, soy Juan Carlos, ¿te apetece quedar por ahí para cenar un día?". Esta misma historia, sin más datos que el nombre del que hacía la llamada, la escuché no hace mucho, por boca de una de las grandes poetas que tenemos en Asturias, a la que entrevisté para otro medio. ¿Leyenda urbana? ¿Historia real, nunca mejor dicho? Quién sabe.
Políticos y reyes eméritos aparte, las leyendas surgen a veces de hechos de lo más cotidianos, como el traslado de un concesionario de una nave a otra. Hace una década, que la Renault se mudase de nave en Vega de Arriba desencadenó la leyenda de que lo habían hecho porque Mercadona había comprado la nave y se iba a instalar allí en cuestión de meses. La fotografía que abre este artículo es de aquella nave, cerrada a cal y canto, más de diez años después. La leyenda ha vuelto a surgir hace unas semanas, con el mismo supermercado como protagonista, ligada, esta vez, al desmantelamiento de las antiguas instalaciones de Triman en el mismo polígono. Parece ser que a los que les gusta crear leyendas también les gusta Mercadona.
Nadie sabe de dónde salen pero acaban corriendo como la pólvora. Estas y otras muchas leyendas populares no pasan de ahí y de servir, como espero hayan servido, para que nos echemos unas risas cuando las comentamos en casa o con amigos. Leyendas que, en todo caso, pululan y calan. A mí ahora se me hace imposible no imaginarme a Manuel Ángel Álvarez, linterna en mano y de madrugada, comprobando el progreso de las obras. Espero que en invierno vaya bien abrigado.
Álvarez
Comentarios
Del tema Mercadona, estando comprando en el de Pola de Lena, un trabajador de allí que conoce mi marido, nos aseguró que habrían en Mieres en el 2014.
Saludos a tod@s!