El 30 de marzo de 2009, José María
González, exminero de Hunosa y exgerente de una empresa de ambulancias del
concejo, regresaba a Mieres tras haber ido al aeropuerto de Asturias para
llevar a una de sus dos hijas.
Entrando en el portal de su casa, en
la calle La Vega, recibió una llamada de un amigo suyo y se marchó con él con
la intención de volver a casa a la hora de cenar. Tomó algo en una cafetería
con ese amigo y se despidió de él, en torno a las diez de la noche.
Tras dar el oportuno aviso a la
Policía, los agentes comenzaron una investigación que, más de siete años después, sigue sin dar frutos.
Se registraron las cercanías del piso que José María tenía en la calle La Vega,
así como sus cocheras y una casa que su mujer tenía en Carcarosa, pero no se
encontró ningún indicio claro de dónde podía estar y qué podía haberle
sucedido. Sus conocidos y familiares calificaron entonces a José María como un
hombre muy hogareño, que ni padecía ninguna enfermedad ni se había ausentado
nunca de su casa.
La Policía, sí encontró, registrando
documentación que el desaparecido tenía en su casa, pruebas de un presunto
delito de cobro ilegal de subvenciones por parte de una empresa privada del
sector minero. Se supo, además, que el desaparecido había denunciado
públicamente, pero sin acudir a la justicia, esas irregularidades. Un juez
procedió entonces a investigar la empresa, envuelta en otras irregularidades.
José María tendría hoy en día
aproximadamente 64 años. La Policía mantiene abierta una investigación que
pretende esclarecer los hechos, para saber qué pasó con él después de aquel 30
de marzo de 2009. Toda pista podría ser válida.
En la imagen, José María, en una fotografía que su familia proporcionó a los medios cuando desapareció.
Tweet
En la imagen, José María, en una fotografía que su familia proporcionó a los medios cuando desapareció.
Comentarios