Desde tiempos inmemorables han existido los mal llamados crímenes pasionales , aquellos amparados en vínculos sentimentales que no llegan a buen puerto. Es el caso del que nos ocupa en esta entrega. Todo sucedió en la Güeria de San Xuan, en una aldea que la prensa de la época no concreta. En la noche del 5 de agosto de 1934, Alfredo Mallada Díaz y José Vázquez Ardura se encontraron por casualiad en la taberna de Manuel Ardura, situada en la Güeria. En nuestras investigaciones hemos encontrado que el valle de El Cabanín y Carrespientes es el que con más Arduras contaba, dentro de un apellido muy ligado a la Güeria. La taberna cerró a las once. Un poco antes salió José y, tras él, Alfredo. No se sabe muy bien cómo, pero Alfredo dio alcance a José. Como recuerda la prensa de la época, ambos se disputaban "una misma mujer para novia". Esa mujer no era sino Irene Ardura, la hija del tabernero, que entonces salía con José. Discutieron y, en un momento álgido, Alfredo sacó un arma
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