CORTINA es un pueblo de grandes dimensiones que guarda vigentes símbolos de la tradición etnográfica asturiana (tiene grandes hórreos y paneras, fuentes...). Si algo hay que destacar de éste lugar es la capilla de San Clemente, una antigua construcción de culto al santo anteriormente mencionado. CORTINA podría ser el pueblo ideal sino fuese por las actuaciones que el hombre ha hecho cerca del pueblo (la carretera del valle de Turón, la mina de Figaredo...) que han hecho que el pueblo pierda la serenidad, aunque ha habido otras, como la senda verde que hacen que llegar a CORTINA sea fácil.
En definitiva, CORTINA es un pueblo que gustaría a todo aquel que quiera la vida de campo, teniendo cerca ruidos propios de la ciudad.
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