CRÓNICA: Descerebrados

El Ayuntamiento ha lanzado una nueva campaña de concienciación ciudadana, esta vez, en contra del abandono de perros.
Me gustaría, ya que tengo la ocasión de hacerlo a través de este espacio, decirle al Ayuntamiento que es una buena campaña, al igual que las otras referidas al ámbito de los perros.
Decirles, y ahora si que me voy a desquitar, a esos seres (no se les puede calificar de personas) que son capaces de abandonar al mejor amigo del hombre, a uno de los pocos seres vivos que guarda fidelidad y cariño a su dueño, sin importarle que sea feo, gordo, calvo, sin importarle nada, y en ocasiones, sin recibir nada a cambio o recibiendo todo lo contrario a lo que da.
He de confesarles que, hace tan solo unos años, no podía ver un perro en pintura ya que de pequeño sufrí el ataque de un pig-bull, que, afortunadamente no fue nada.
Un capricho de un familiar cercano hizo que un perro entrase en mi casa hace cinco años, y yo creo, que, desde el primer día le tomé el mismo cariño que él me tomó a mí y sería incapaz de devolverle todo ese cariño que me demuestra día a día pagándole con la cara opuesta de la moneda.
-Plauto-

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