Nos detenemos esta semana en el valle de Baltesara,
una zona poco conocida por los mierenses, pese a encontrarse el inicio de ese
valle a dos kilómetros de la Iglesia de San Juan para mostrarles a todos
ustedes un pueblo donde se respira etnografía: EL CABAL.
A unos cinco kilómetros más o menos de Mieres nos
encontramos con EL CABAL, una
localidad en la que residen, según censo del 2011, unas seis personas
repartidas en las diez u once viviendas que la conforman. Si por algo
destaca esta aldea es por su etnografía. Para empezar, nada más llegar nos
encontramos con una casa antiquísima, con hórreo al lado, pero en muy mal
estado. Avanzando nos toparemos con otros dos hórreos más, todos ellos en buen
estado de conservación (aunque hay uno tabicado). Abundan también las casas con
corredor y hechas de piedra, como se puede ver en las fotos así como alguna que
otra edificación en piedra, como cuadras. Otro aspecto que merece la pena
ser destacado es la tranquilidad del lugar así como lo ‘soleyero’ del mismo.
Dista de Los Pontones unos dos kilómetros (puede que
algo menos), algo que debe ser tenido en cuenta dado que en esa localidad se
puede tomar la línea 8 de Emutsa o el Recollo para bajar a Mieres.
Un paseo que recomendamos hacer es subir por la carretera
que inicia frente al lavadero de Los Pontones, y sube a EL CABAL, descubriendo un valle cargado de flora y con
posibilidad de pasar desde ahí a la zona de El Cabanín y Carraspientes.
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