Aquellos
lectores que nos sigan desde hace mucho tiempo puede que tengan una sensación
de “déjà vu” respecto de lo que hoy
voy a contarles, ya que creo que es la segunda vez (con esta) que hablo de
ello, aunque la ocasión y las circunstancias lo merecen…
Hace
dos años les narraba, allá por noviembre, como puede verse en la entrada a la
que conduce el link, de la horrorosa manía o costumbre que tiene el área de
jardinería de este Ayuntamiento de proceder muy temprano a la poda de los
plátanos hispanos (unos árboles que encontramos prácticamente en todos los
parques del concejo, así como en calles, plazas…).
En
aquel entonces les comentaba que había estado investigando sobre este árbol,
del que solo sabía su nombre, y que había averiguado que su época ideal de poda
es en diciembre, cuando ya se ha quedado sin hojas o le quedan pocas en su copa
ya que, si la poda se hace con las hojas aún verdes, se pone en peligro la
salud del árbol. También averigüé de aquella que se aconseja solo podar las
ramas débiles, secas o que se entrelacen con otras, nunca las gordas porque
ocasiona un perjuicio al árbol, que aunque aguanta las podas bastante bien sí
que se ve resentido.
Recuerdo
que me indigné mucho en aquella crónica y reconozco que en el momento de
escribir esta estoy como cien veces más indignado que hace dos años.
Una
salvajada es lo que han hecho este año. Como se puede ver en la foto, los
plátanos hispánicos de La Pasera, los de Avenida de Asturias y algunos otros
parques y calles han sido ya podados… ¡Cuando aún no ha acabado septiembre (de
hecho cuando podaron los de La Pasera aún no había acabado el verano)! ¡Manda
narices!
¿Será
que no habrá días en todo el otoño/invierno para proceder a la poda? ¿Qué se
busca con esto? Ahí viene lo interesante y expongo mi teoría al respecto… Las
hojas de los plátanos hispánicos son grandes y cuando se caen lo hacen en masa.
¿Qué ocurre? Que hay que barrerlas. ¿Cómo se soluciona? Podando las ramas antes
de que caigan las hojas, en los últimos coletazos del verano, con treinta
grados como ha hecho estos días, y tirándolas al remolque de un camión.
Supongo
que sea eso, porque me niego a creer que tengamos en Mieres jardineros inútiles
que no sepan cuándo es la época de poda de un árbol tan presente en nuestra
villa.
Pues
nada ahora tocará esperar unos cinco meses para ver estos majestuosos árboles
con ramas otra vez. En vez de ocuparse de carreteras invadidas de maleza (algo
de lo que ya hablaré una semana de estas) prefieren ocuparse de esto. Ver para
creer.
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Comentarios
Como tú, este año estoy más indignado con este tema, y para el año que viene lo estaré mucho más.
Y sí, creo que los podan ahora por no barrer luego hojas (que ya me dirás tu, ni que en otras ciudades con más árboles y con podas en la época que corresponde no tuviesen ese problema).
A todo esto, añado una petición a los jardineros o a quien corresponda, este verano, de la misma forma que regaron casi todos los días el parque Jovellanos, no creo que les hubiese costado mucho regar de vez en cuando la plaza de la Libertad (y me imagino que demás zonas verdes)
Yo también me fijé en eso comentas de que se les ve como con falta de vitalidad. Este año les tardaron muchísimo en salir las hojas y van y cuando aún las tienen verde, se las cortan.
La naturaleza es sabia y tiene sus procesos. Lo que no se puede hacer es alterar esos procesos con podas tan bestiales como las que vienen haciendo estos últimos años. ¿A quién se le ocurre podar cuando aún no ha acabado el verano, cuando aún tenemos veintitantos grados de temperatura?
Ojalá los responsables tomen nota.
Un saludo y gracias por tu comentario.