El primer
temporal del invierno deja una víctima y numerosos daños materiales en Mieres
Las intensas lluvias caídas entre los
días 22 y 24 de enero se han cobrado la vida de José Miguel González, un vecino
de 70 años de El Pedreru, en Urbiés. El fallecido ascendía al alto de La
Colladiella para atender el ganado cuando el firme de la carretera se vino
abajo, cayendo con su vehículo a un desnivel de unos setenta metros.
Estado de la carretera AS-337 en Peñule, el día 23 |
A esta pérdida hubo que sumar
numerosos daños materiales a consecuencia de las lluvias. En la calle Oñón, un
argayu provocó que agua y lodo entrasen en varias viviendas de los números 46 y
48. Ocho vecinos fueron desalojados y aunque el desprendimiento no afectó a la
estructura de los edificios, al menos tres familias tardarán en volver a sus
casas, dada la magnitud de los daños. En Les Cases de Hilario, situadas a
escasos metros de la antigua estación de Renfe, también fue necesario evacuar a
dieciocho personas. En algunas casas la altura del agua llegó al metro. El
Ayuntamiento habilitó el polideportivo Mieres Sur para atender las necesidades
de los evacuados.
En lo que a viales se refiere, se
produjeron numerosas inundaciones que obligaron a cortar carreteras, como la
AS-337, en Peñule, totalmente anegada, o la AS-375, a la altura de las cocheras
de Feve en Figaredo, por la misma razón. Al cierre de esta entrega el valle de
Turón solo disponía de servicio de autobús hasta La Rabaldana, tras pasar un
día aislado.
Distintos argayos en carreteras como
la MI-2, entre Siana y Paxío, o en la AS-242 entre Mieres y El Padrún han
obligado a cortar carriles y reforzar la señalización de distintas carreteras
rurales del concejo. Las inclemencias meteorológicas han obligado también a
cerrar la piscina municipal de Vega de Arriba y los polideportivos de Turón y
Figaredo.
En un comunicado de prensa, desde el
Ayuntamiento esperan “ir recuperando poco a poco la normalidad si la
meteorología lo permite”.
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