Las calles peatonales Guillermo
Schultz y Jerónimo Ibrán constituyen en la actualidad uno de los principales
ejes hosteleros del casco urbano.
La notoriedad comercial de ambas
calles era visible a mediados del siglo pasado. En el caso de la Jerónimo
Ibrán, en ella se podían encontrar estancos, mercerías, droguerías y algún que
otro chigre. A la entrada de la calle dos edificios imponentes: de un lado, la
Telefónica; del otro, la entonces Escuela de Capataces. Solo este último, la
actual Casa de Cultura, sigue en pie.
Más de lo mismo ocurría en el caso de
la calle Guillermo Schultz, que pese a ser mucho más corta que la Jerónimo
Ibrán contaba con un cine, el Novedades y un teatro, el Pombo, en su esquina
con Teodoro Cuesta. Diversos negocios hosteleros despuntaban ya en una calle
colmada hoy de terrazas.
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