Ya está. Ya ha pasado. Este ciclón
electoral con generales, municipales, autonómicas y europeas en menos de un mes
ha terminado.
Me han pedido un análisis de los
resultados en las municipales. Realmente poco hay que analizar. Quien dudase de
la victoria de Aníbal Vázquez debía hacérselo mirar.
Era evidente que iba a ganar, aunque
la incógnita era con cuántos concejales y en particular, si conseguiría revalidar
la mayoría absoluta de 2015. Y sí, ha revalidado mayoría abosluta y ha logrado
ampliar el número de ediles, hasta los 15. Todo un hito en los tiempos que
corren.
Decía que ha ganado Aníbal Vázquez,
porque ha sido así. En Mieres, como en prácticamente todos los pueblos y villas
de España, se vota al personaje y no a las siglas. En la pasada edición de este
medio un lector lo ejemplificaba bastante bien, asegurando que o votaría a
Aníbal o a Fernando, el candidato del PP. Esto es así: en las municipales
votamos candidatos y no partidos o programas. Es como elegir al delegado de la
clase, salvando un poco las distancias. Su estrategia de campaña se basó en
recordar lo que han hecho y anunciar lo que está por hacerse a corto y medio
plazo. No es algo nuevo y han jugado bien con los plazos de ciertas
actuaciones, como la apertura del parking de Oñón, la recepción del nuevo
autobús de Emutsa o distintas obras que se realizarán en el concejo, entre
otras cosas de las que la prensa se ha hecho eco estos últimos días.
Algunos de los eslóganes y folletos de campaña |
El resto de formaciones sabían que su
lucha no era por ganar, sino por mejorar los resultados de 2015 o entrar en el
Ayuntamiento. En general, los socialistas hicieron una buena campaña, con un
punto agresivo que me gustó mucho y propuestas no muy extravagantes. Gloria
Muñoz y su equipo se lo curraron y su resultado es el mismo que el de 2015.
Pueden estar contentos: han resistido al ciclón Aníbal y eso ya es mucho. El PP
tampoco se quedó corto en la que fue su mejor campaña desde tiempos de José
Coto, una campaña sencilla pero potente, no muy agresiva y con un programa
realista. Fernando Hernández es una de las sorpresas que nos dejan estas
elecciones. Dos concejales no es un mal resultado, aunque toca ver qué se ha
hecho mal para perder uno. Podemos Mieres, por su parte, supo sacar adelante
una campaña con muchas propuestas, unas más realizables que otras. Puede que
sean los que más claro hablaron en entrevistas y debates de sus proyectos, sin
remitir a programas ni irse por los cerros de Úbeda. Gran trabajo el de
Patricia García, que también me ha sorprendido. Sin embargo, todo ese trabajo
se queda sin recompensa. Podemos Mieres no tendrá representación en el
Consistorio. Se queda sin los dos concejales que tenía.
Del resto de formaciones, me esperaba
el resultado de Ciudadanos: los líos internos les han podido pasar factura. No
se entiende, como también apuntaba un lector en la pasada edición de este
medio, que se hagan unas declaraciones terribles en la prensa por parte de
algunos exmiembros del partido contra la cabeza de lista y no se responda desde
el partido a esas acusaciones. La no defensa hace que la duda quede sembrada
entre los votantes.
Ni los resultados de Vox ni los de Foro
me han pillado por sorpresa. Vox perdió una oportunidad tremenda de arrebatar
algún voto al PP. Pero es que no se puede esperar otra cosa si no se hace
campaña. Foro lo intentó, con una candidatura más o menos renovada, pero el
problema es mayor: Foro está dejando de existir en la conciencia del votante.
Un poco lo que le pasó al URAS en su día, por hacer un paralelismo.
Con el PCTE y sus diferentes siglas
pasa un poco lo mismo que con Foro. Aun así, esta campaña hicieron un par de
actos, algo es algo.
Quiero acordarme, por último, de
Imaxina Mieres. Una pena que hayan dinamitado desde dentro un proyecto que
podía haber dado cierto juego en estas municipales, incluso haber obtenido
algún concejal a costa de IU y Podemos.
Que nadie se disguste o se alegre por
los resultados de unos y otros partidos, o no al menos por los de aquellos que
han obtenido representación en el Consistorio. Todos ellos percibirán
mensualmente una compensación proporcional al número de ediles, amén de alguna
que otra liberación y seguramente también algún asesor. Cada concejal
percibirá, además, dietas por asistencia a plenos, juntas, comisiones… Ganar está bien, pero según cómo se mire,
entrar sin las responsabilidades que lleva una concejalía puede estar mejor. La
otra cara de la política, cuyas cifras conoceremos en unas semanas.
Termino felicitando a Aníbal por su
tercera e impresionante victoria y deseando que tanto él como los demás ediles,
no solo de IU sino también de los partidos de la oposición cumplan con el
cometido para el que los mierenses los hemos puesto en el Ayuntamiento:
trabajar por los intereses de este concejo y de los vecinos. Que no se les
olvide.
–ELCARABA–
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