Tres décadas en las que la calle La
Vega ha sufrido dos notables transformaciones. La más evidente, sin duda
alguna, su peatonalización a finales de la década de los 90.
Adoquines grises y rojos y bancos,
incluso alguno con jardinera incluida, fueron los protagonistas de aquella
primera peatonalización. En 2006, una década después, se iniciaban las obras de
reforma de la calle, que sufría así su segunda peatonalización a base de
baldosas mucho más anchas que los antiguos adoquines, con nuevos bancos y farolas.
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