HISTORIAS DE NUESTRA HISTORIA: Así fue San Xuan 1995

En un año tan particular como este, en el que la crisis sanitaria ha hecho que vivamos un San Xuan distinto, les proponemos viajar en el tiempo hasta 1995 para ver cómo eran las patronales de hace un cuarto de siglo y traerles a la memoria, quizás, algún que otro recuerdo.


Las de San Xuan 1995 fueron unas fiestas que duraron ocho días, con un programa de actos basado en tres pilares: música, deporte y tradiciones.
El 17 de junio, sábado, el popular barrenazu dio inicio a las fiestas. Este barrenazu fue, sin duda alguna, muy especial para el encargado de prender el cordón detonante, el entonces alcalde Gustavo Losa, que asistía al fin de su mandato. "Van a ser unas fiestas memorables, que llevamos organizando intensamente pese a que también hemos tenido que dedicar mucho tiempo a las elecciones", declaró a la prensa unos segundos antes de detonar el barreno. Losa se refería a las elecciones municipales de 1995, que tuvieron lugar al día siguiente, el domingo 18. Misael Fernández Porrón vencería en las urnas y se confirmaría días después como el relevo de Losa al frente del Consistorio, pero volvamos a las fiestas…
San Xuan 1995 arrancaba con un fin de semana lleno de fútbol, natación, patinaje artístico, tiro con arco, ajedrez, folclore… y con un pregón muy especial, el del primer y único pregonero de la historia de los festejos que escribió su discurso en braille. Luis Alberto Otero, invidente y conocido vendedor de la ONCE en el concejo, llenó la Casa de Cultura con un emotivo pregón sobre las fiestas y lo que para él representaban.
Aquel mismo día 17 la música llegó para quedarse durante todo el programa festivo y lo hizo con el concierto de Seguridad Social en el Hermanos Antuña. El grupo valenciano reunió a más de 2500 personas en el estadio, una cifra notable que hacía presagiar que las de aquel año iban a ser unas fiestas de gran envergadura.
Durante los días siguientes hubo más música con distintas orquestas en el Jovellanos. El parque fue testigo también de un multitudinario concierto, el día 21, en el que cientos de abuelos, padres e hijos disfrutaron coreando las canciones de Miliki y su hermana Rita Irasema, en el que fue el otro de los grandes conciertos de aquel año. 

De cara a la gran noche, la del 23 al 24, la concejalía de Festejos apostó tradiciones como la cargüeñá y el enramado de las fuentes y por la paella popular y las más de 1500 raciones que se repartieron en el patio del colegio Aniceto Sela. En pleno fin de semana, se esperaba una gran afluencia de gentes de toda Asturias y, por ello, se decidió hacer tres hogueras que comenzaron a arder a la medianoche: una, en la plaza del Ayuntamiento; otra, en la de la Paz, en Vega de Arriba, y una tercera, en Figaredo. En torno a ellas bailaron la Danza Prima mierenses y visitantes que, un poco antes, habían podido disfrutar de los fuegos artificiales lanzados desde el pozo Barredo. 

La noche de San Xuan, la más mágica del año, estuvo acompañada por la orquesta Pop-Tops, telonera del último gran concierto de aquellas fiestas, el de Azúcar Moreno. Tras quedar quintas en Eurovisión en 1990, las hermanas Salazar llegaban a Mieres en su momento de máximo apogeo. Se esperaba que el suyo fuera un concierto multitudinario y vaya si lo fue, pues unas 6000 personas llenaron todos los rincones del parque Jovellanos en un recital que duró hora y media.  

Misael Fernández Porrón, una vez investido alcalde, quiso destacar el buen trabajo de la corporación anterior: "Dejan el listón está muy alto, después de unas fiestas magníficas", apuntó quien, sin saberlo en aquel momento, se encargaría de organizarlas durante los ocho años siguientes.

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