El 13 de febrero Mieres amanecía con una triste noticia, el fallecimiento de Juan Luis Nepomuceno, quien fuera Subinspector de la Policía Nacional en el concejo. Nepo, como se le conocía en Mieres, se despidió de todos los que lo apreciábamos con una esquela única, que él mismo redactó, definiéndose como "fotógrafo, comediante, ripiador de versos, bloguero, tertuliano y un poco canalla", además de "ateo irredento y completamente alérgico a cualquier sacramento".
Siempre dispuesto a colaborar en cualquier cosa, tuvimos la suerte de contar con Juan Luis en la que fue la cuarta entrevista que se publicó en esta web, dentro de un apartado que llamamos Entrevistas en Facebook, pues se realizaba a través del chat de esta red social, sin estructura alguna y con un marcado tono informal. Recuperamos aquella entrevista, que salió publicada el 5 de febrero de 2010, para rendirle un pequeño homenaje a un hombre con el que mantuvimos contacto desde aquel entonces y que no dudó en echarnos alguna que otra reprimenda, seguramente con razón. Reproducimos con ella la fotografía que con tal ocasión nos cedió el propio Juan Luis.
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| Nepomuceno, en una imagen de 2010 |
–Preséntese a los lectores
Mi nombre es Juan Luis Nepomuceno González. Soy Subinspector del Cuerpo Nacional de Policía y Delegado de Participación Ciudadana de la Comisaría de Mieres. Llevo aquí siete años.
–Nos comentaba en un mensaje que era "mierense de corazón y no de naturaleza", y en su perfil hemos visto que es usted pacense. ¿Le costó acostumbrarse a la vida que llevamos en el norte?
No me costó acostumbrarme a la vida de Mieres, quizá, por mi experiencia profesional en varias provincias de España, he llegado a la conclusión de que tenemos todos más cosas en común que las que nos diferencian o distancian y muchas de estas últimas suelen tener orígenes artificiosos. El extremeño y el asturiano siempre han congeniado bien y el carácter es muy similar.
–¿Es positivo para un trabajador el haber prestado servicio en varias ciudades, como es su caso?
Como decía antes, siempre es positivo conocer otras tierras y otras gentes. Nos da amplitud de miras y podemos entendernos todos mucho mejor si conocemos las realidades de los demás.
–Habla en su perfil de Blogger de que en el País Vasco "tiene su morada la serpiente". ¿Cree que se logrará erradicar algún día a esa venenosa serpiente llamada ETA? ¿Desde qué organismo se podría acabar con la víbora?
Para acabar con esa lacra, como cualquier tipo de fanatismo, el organismo más eficaz es la propia sociedad civil. Por supuesto que los políticos, la justicia y las fuerzas de seguridad son indispensables para perseguir a los delincuentes, pero la voluntad popular, decidida y sin manipulaciones, puede arrinconar a los criminales y al sector que los apoya. Ocurrió ya en Estados Unidos con el Ku Klux Klan, tal y como describió en un estupendo artículo Josu Jon Imaz en El Correo.
–En su opinión, ¿cómo está Mieres políticamente hablando?
Pues no deja de ser atípica la situación, sobre todo municipal. Los presupuestos apoyados por una derecha desmembrada y desautorizada desde Madrid y Oviedo y creo que un sector de la izquierda está bastante desorientado.
Por otra parte, la eternización del PSOE en el poder en Asturias, en general no creo que sea positivo por la tendencia a comodarse en el poder que tienen los políticos. No obstante, tampoco se ven alternativas claras y serias.
–Además de policía, usted es escritor. ¿Existe realmente la inspiración? ¿Cómo logra inspirarse un escritor?
Eso de escritor es mucho decir. Lo de los blogs lo uso como terapia, no tengo psicoanalista y siempre me gustó escribir. La inspiración sí existe, pero creo que hay que acompañarla de voluntad y trabajo, ("codos"), como decía cierto poeta que no recuerdo.
En Filo de Espada suelo comentar cosas de actualidad, social o política, y en Versos desde el Filo es donde vierto mis obsesiones, es mucho más personal.
–Ya por último, ¿qué lugares enmarcaría en el eslogan Mieres para vivir?
El casco urbano ha mejorado mucho desde el día en que llegué, pero pienso que la zona rural de Mieres está desaprovechada y es una buena alternativa para vivienda joven, tal y como se hizo, por ejemplo, en Navarra.
De la ciudad me gusta quizá lo más emblemático, el parque Jovellanos, que necesita mejoras para los niños, Requejo por ser uno de los lugares más identitarios, y las zonas peatonales de La Vega y Jerónimo Ibrán donde se pueden observar aún las connotaciones de pueblo que aún mantiene esta ciudad, con los paseos dominicales, las terrazas, las murmuraciones al paso…
No obstante, creo que la vivienda sigue estando por encima de lo que debiera para conseguir añadir atractivo a Mieres como zona residencial.
Por la avenida ancha de las vidas rotas,
caben barcos de acero herrumbrando las aceras.
Navegan hormigones calmos, rompiendo olas de baldosas,
y de las junturas saltan peces de hielo de las almas escarchadas.
Ajeno a las bocinas, nado en seco
y no me moja el reproche extemporáneo,
que no tengo bandera ni patrón
y pesco siempre en aguas turbias
y como cansan las derivas por las calles en canal.
«Barcos de herrumbre»
Versos a degüello (ed. Camelot, 2017)
Descansa en paz, Nepo. Te recordaremos, como nos invitabas en tu necrológica, siempre con una sonrisa.
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