En noviembre de 2011, el personal de la Universidad de Oviedo concluía el traslado del Centro de Cooperación y Desarrollo Territorial. La salida de varios equipos informáticos y algunos muebles fue la última actividad que acogió este inmueble casi centenario.
En septiembre de 1998, la Universidad de Oviedo llegaba a Figaredo tras escoger el chalet como sede para el Centro de Cooperación y Desarrollo Territorial (CeCodet). En aquel entonces este inmueble llevaba más de veinte años vacío, en concreto desde que en 1977 la familia Figaredo se deshiciera de varias propiedades, entre ellas el chalet, que fue adquirido, tras unas cuantas peripecias legales y administrativas, por el Ayuntamiento de Mieres. Fue el Consistorio el encargado de ofrecerlo a la Universidad, tras varios intentos fallidos de uso. El alumnado de una escuela-taller se encargó de dejarlo impoluto antes de la llegada de la Universidad.
Durante trece años, el Centro de Cooperación y Desarrollo Territorial devolvió la vida al chalet, con un continuo ir y venir de profesores, alumnos, conferenciantes y público en general. La Universidad se ocupó de realizar una nueva distribución en el edificio, con la que demostró las infinitas posibilidades de uso del chalet:
Planta baja:
Sala de conferencias (aforo máximo de 75 personas)
Biblioteca y telecentro, abierto al público.
Sala de reuniones, utilizada por el Consorcio de Desarrollo de la Montaña Central y otras asociaciones turísticas.
Primera planta:
Dos despachos individuales para el personal investigador.
Aula con capacidad para 35 personas.
Dos salas para el trabajo colectivo, con capacidad para seis personas cada una de ellas.
Sala de descanso, utilizada en primavera y verano como comedor.
Segunda planta:
Aula polivalente.
Sala de cartografía y servidores.
Dirección y despachos de secretaría, coordinación y formación.
Bajo cubierta:
Archivo y expositor.
Entresuelo:
Archivo y almacén.
Local de ensayo de la Rondalla Minas de Figaredo.
El 28 de agosto de 2011 el Centro de Cooperación y Desarrollo Territorial trasladó su actividad a Mieres, al Edificio de Investigación del Campus. La mudanza y el vaciado del chalet se alargaron durante algunas semanas, hasta principios de noviembre.
Desde entonces, este majestuoso edificio, construido entre 1917 y 1929, permanece sin uso –aunque se barajaron muchas opciones, ninguna de ellas cuajó– y comienza a verse en él el daño que causa el paso del tiempo sin actividad alguna.
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