Tres décadas son más que suficientes para observar grandes cambios, consecuencia inevitable del paso del tiempo. Es lo que sucede si se echa la vista atrás sobre la calle Manuel Llaneza, una de las principales arterias del casco urbano.
En el caso de esta primera pareja de imágenes, los cambios se observan no tanto en la calle sino en los establecimientos que la franqueaban. Nada queda de la librería La Cultura ni de La Innovación, el popular establecimiento textil cuyo nombre colgaba, en letras del gran tamaño, en la fachada del número 16 de esta calle. Nuevas entidades bancarias, fruto de las fusiones de los últimos años han hecho desaparecer los rótulos de la Caja de Ahorros de Asturias y el Banco Herrero.
Si seguimos avanzando en la calle, en dirección a Teodoro Cuesta, nos encontramos con la antigua Escuela de Capataces, que ya entonces era Casa de Cultura, aunque con una fachada de color gris, muy diferente a la blanca y azul que luce en la actualidad. A su lado se observa el comienzo de la calle Jerónimo Ibrán, cuyo primer tramo es peatonal desde hace dieciséis años.
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