En marzo de 1966 el Banco Ibérico inauguraba su primera sucursal en Mieres. Los principales diarios regionales abordaban el evento en sus páginas, al tiempo que subrayaban diferentes datos que permiten ver cómo era el Mieres de hace más de medio siglo y las perspectivas que había sobre su futuro.
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| Recorte del diario El Comercio |
El Banco Ibérico fue fundado en 1946 por el leonés Ildefonso Fierro. Diez años más tarde, el Ibérico era uno de los doce bancos con más capital y clientes de España, gracias a la apertura de una serie de oficinas, como la de Oviedo, en 1954. Las empresas eran sus principales clientes, con un amplio espectro, desde las pequeñas y familiares hasta las más grandes y poderosas. El Banco Ibérico apostaba así por inaugurar sucursales en lugares con abundante industria y, a finales de los 60, tanto Mieres como, en general, la comarca del Caudal, lo eran.
"Esta inauguración trae para Mieres gran optimismo y confianza para el futuro de este gran concejo que se aproxima a los 85.000 habitantes y cuya cuenca carbonífera rebasa con bastante las ciento cincuenta mil almas", subrayaba el corresponsal de El Comercio que se encargó de cubrir el acto.
En el discurso previo al corte de la cinta inaugural, Luis Rodríguez Viña, Director General del Banco Ibérico, elogió que Mieres "ya se adelantó como palo industrial al programa que ahora desarrolla España, porque todo el equipo de productores y empresarios de este gran valle minero, y el de los concejos limítrofes de Aller y Lena, marcaron una noble pauta de trabajo, producción, de afán por mejorar su vida".
Sobre el futuro industrial del concejo habló el alcalde, Guillermo Lorenzo. "Mieres tiene problemas y los tendrá en el curso de la vida, pero el momento de transición que vive Mieres ha de ser pasajero y el nuevo horizonte que señalan estos capitanes de empresa es un augurio de confianza y prosperidad", señaló el regidor.
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| Local en el que estaba el banco, hoy tienda de telefonía |
El Banco Ibérico se instaló en el bajo del número 34 de la actual Manuel Llaneza. Allí permaneció hasta que en 1977 la entidad fue absorbida por el Banco Central.
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