PALIQUES POLÍTICOS: Comienza la precampaña de la precampaña

Por una de esas cosas que tiene la vida, hace quince o dieciséis años conocí al alcalde de un pueblo de Jaén. Bueno, pueblo es como lo llaman ellos, porque tenía unos dos mil habitantes, que ya los quisiéramos para algunos de nuestros pueblos. Mayormente, los vecinos de esta localidad jienense eran mayores de cincuenta años que o habían trabajado en el campo, o bien habían sido parte de la poca industria que había en el lugar, o, como mucho, se habían marchado a la capital, que estaba a unos ciento y pico kilómetros, y habían vuelto tras jubilarse. Cuando yo conocí a este hombre, pariente lejano de mi mujer, llevaba en el cargo casi veinte años, pues afrontaba su quinta legislatura, ahí es nada.

Un día tuvimos una conversación muy de política local. “¿Cómo aguanta usted tantos años gobernando?”, recuerdo que le solté. Como alguna vez les he comentado, fui edil durante una legislatura en Mieres y no me quedaron muchas ganas de continuar siéndolo. “El tiempo se pasa volando”, se limitó a decir. Quise conocer sus resultados electorales y me sorprendió que, más o menos, se había mantenido, con algún concejal menos en unas elecciones que recuperaba a las siguientes. “¿Cuál es el truco?”, le pregunté. “Te diría que ser cercano y jugar muy bien la precampaña de la precampaña”, me respondió. 

Le pedí que me explicase qué era aquello de la precampaña de la precampaña. “Mire, es tan sencillo como, sabiendo cuándo hay elecciones, echar cuentas y calcular qué hacer en el año inmediato con los recursos que se tengan”. “El votante de cualquier sitio–continuó– va a votar teniendo en la cabeza lo que ha visto en el último año. Da igual que en los dos primeros no se haga nada o tengas algún jaleo, porque lo que cuenta es el último”. “Si se tiene que arreglar una plaza del pueblo, se procura que quede para el verano antes de las elecciones. En enero, febrero y marzo, se cambian algunos bancos, se pintan algunas calles y, si se puede, se hace alguna obra de mayor envergadura. Es con lo que se va a quedar el votante”.

No pude evitar acordarme de aquel señor al comprobar en la prensa que en Mieres hemos entrado en la precampaña de la precampaña. Queda poco más de un año para que acabe la legislatura y hay que empezar a sembrar en la memoria a corto plazo de los electores. Quienes gobiernan tiran de inversiones o de nuevas campañas como la de convivencia entre ciudadanos con perro y ciudadanos sin él, pese a que un grupo de animalistas hizo una campaña idéntica hace unos meses, pagada de sus propios bolsillos, con el mismo fin. La oposición suma un punto de ferocidad a sus argumentos. Las privatizaciones de IU son “favores a amigos” en palabras del PSOE y desde el PP se trabaja en reforzar su argumento de que IU aplasta con su mayoría cual gigante ciego, cual elefante en cacharrería que es incapaz de hacer nada útil o provechoso. En Foro Mieres empiezan a salir notas de prensa con mayor frecuencia y solo resta que Podemos se ponga las pilas para volver al Consistorio. Supongo que no tardarán en reactivarse Ciudadanos Mieres, Vox Mieres, el Partido Comunista y todos aquellos que concurrieron a las municipales de 2019 y se quedaron sin representación. Suena incluso una posible nueva formación. Comienza la precampaña de la precampaña.

Desde un medio como este, que puede presumir de nunca haber sugerido a sus lectores qué votar y qué no votar, solo me queda pedirles que antes de echar la papeleta al sobre miren más allá del año inmediatamente anterior. Es necesario contrastar programas, ver de dónde viene y hacia dónde va cada partido antes de votar. Desde la parte del sufragio pasivo salen numerosos estrategas, seámoslo también los encargados de elegir.

ELCARABA