UN LUGAR PARA VIVIR: El Magostero

La parroquia de La Peña encierra, en algo más de siete kilómetros cuadrados, medio centenar de aldeas, caseríos y lugares tan desconocidos como el que visitamos en esta ocasión, EL MAGOSTERO.

Supimos de la existencia de este lugar gracias a María, una leonesa que había pasado su infancia en Mieres. Hace dos años, María nos escribió para preguntarnos por este lugar. "Preguntando a gente de Mieres, nadie lo conoce", nos explicaba. Nosotros, tampoco. De hecho, este reportaje permitirá documentar la existencia de un lugar que por no aparecer no aparece ni en el Decreto 9/2009, del Principado de Asturias, que establece la toponimia oficial del concejo y que sí recoge numerosas aldeas y caseríos despoblados.
EL MAGOSTERO se compone, como recordaba María, de "unas seis casinas en un alto sobre el pueblo de Rozaes de La Peña". Este lugar, encerrado hoy en una de las matas del cordal de Arroxo, llegó a contar con mucha vida, tanta que, incluso, se construyeron "una fuente bastante importante y un lavadero", de los que apenas se vislumbran restos. 
No es mucho mejor el estado de las casas, tomadas por la maleza, y totalmente abandonadas pese a que eran viviendas de considerable tamaño y construidas con muros de ladrillo.
Un camino desde Rozaes de La Peña permite llegar a este lugar, situado a unos 250 metros de altitud. Ortigas, helechos y algunos árboles caídos impiden, por momentos, avanzar hacia este antiguo caserío, que, como recuerda María, contaba con un segundo acceso "desde el lavadero de Arroxo". Este segundo acceso se encuentra tomado por la maleza, la misma que oculta el lavadero de este último lugar.

Con EL MAGOSTERO abrimos una serie de tres reportajes especiales sobre otros tantos lugares abandonados con los que pretendemos rendir nuestro particular homenaje a quienes hicieron posible que hubiese vida allí donde hoy solo hay ruinas. Los dos restantes se publicarán a lo largo de la temporada.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Mi abuela vivió en el Magostero desde que se casó en 1925, hasta que fue evacuada a Francia cuando cayó Asturias en el 1937