Cuando se urbanizó La Mayacina, hace dieciséis o diecisiete años, a muchos nos llamó la atención que se colocasen varios indicadores con el rótulo “parque de La Mayacina” en torno a una de las parcelas. Tuvo su gracia, porque aquel parque que anunciaban se convirtió en parking y lo fue durante muchos años, hasta que finalmente el parque llegó casi dos décadas después.
El verano pasado, dentro del programa de mejora de los polígonos industriales del concejo, el polígono de La Cuadriella estrenó señalización, plazas de aparcamiento para minusválidos y un tótem, a la entrada del polígono, en el que se muestra un mapa y un listado de las siete parcelas de las que consta, con espacios para los nombres de las empresas. Solo una empresa se mantiene activa en este polígono, la única cuyo nombre aparece en el tótem. Podría tener gracia, pero no la tiene. Al contrario, es una muestra de lo mal que salió la reconversión de La Cuadriella, en donde se sembraron empresas que solo recogieron fondos públicos antes de desaparecer y dejar el polígono como un solar. Mientras que algunos de los nuevos polígonos, como Vega de Baiña-Loredo, Sovilla o Ablaña aguantan, aunque sin una ocupación total, el futuro de La Cuadriella pende de un hilo, de una única empresa, en un valle, el de Turón, particularmente castigado tras el fin de la minería.
Se habló hace unos años de negociar con los bancos mejores condiciones de venta en las naves de Diasa, Umaña y demás empresas que acabaron sus días en complicados procedimientos concursales. Como idea, no era mala, si no hubiera que negociar con los bancos. No nos engañemos, ninguna entidad va a aflojar o ceder en sus intereses. Toca relanzar La Cuadriella, hacer que el tótem se llene, poco a poco, con nombres de empresas. Cuando algunas de las desaparecidas se instalaron allí, el Principado lo celebró. Hubo auténticos publirreportajes en prensa, patrocinados por Industria, Hunosa y sus filiales e, incluso, el propio Ministerio. ¿Por qué no publicitar, de nuevo, este espacio, con el apoyo de las administraciones y de los bancos que tienen en cartera las naves?
Decía mi compañero ElCaraba en uno de sus Paliques políticos que valía más apoyar a treinta pequeñas empresas con diez trabajadores cada una que a una grande con trescientos y ponía el ejemplo de Vega de Baiña y sus naves nido. ¿Por qué no apostar por algo similar para La Cuadriella? Pueden dar un mejor resultado un puñado de talleres, carpinterías y empresas de distribución o de logística que una gigantesca farmacéutica. ¿Por qué, ante una población envejecida, no se trata de vender lo que ya hay construido, como el edificio de oficinas de Diasa, a una de las muchas empresas que hay de centros para mayores, teniendo en cuenta que en Turón no hay ninguno? Se me ocurren muchísimas más ideas, pero soy consciente de que por ahora no son más que utopías. La situación no es nada favorable.
Ojalá con el tótem de La Cuadriella pase lo mismo que con las placas del parque de La Mayacina y sea cuestión de tiempo para que el polígono se llene de actividad industrial. Hay que pelear por ello. El sitio, las comunicaciones y las infraestructuras merecen la pena.
ÁLVAREZ
Comentarios
En fin, ahora habrá quien no lo entienda, mientras tanto los jovenes tienen que marcharse a buscar fuera trabajos que no alcanzan ni para pagar la mitad de la prejubilación de sus padres.
afiliados a ciertos entes )
Pero llamame soñador
La alternativa hubiera sido crear trabajo y no regalar millones, la alternativa hubiera sido usar esos millones como una oportunidad para todos en vez de como una lotería para unos pocos.
Que lo mismo me equivoco y la despoblación de las cuencas es debida a las ganas de viajar de los jóvenes.
Como no había alternativa la única que se me ocurre es asegurar el futuro de los hijos de esos líderes para que al menos alguien se aproveche. A los parias no les importa tanto viajar y conocer mundo yt son gente prescindible.
Lo cuál es cierto, lo de que todos son iguales, pero me parece muy injusto criminalizar al ciudada o y no pedir ninguna responsabilidad a los encargados reales de la gestión, y encima como todos son igualesmejor no hacer nada, la culpa de que absolutamente todos los partidos y sindicatos hayan actuado incumpliendo promesas y programas escritos, lucrandose y aprovechandose ellos y sus familiares a costa de condenar al resto de los asturianos a emigrar y ser mirados como unos inutiles subvencionados a pesar de tener que marcharse de su región por el robo sistematico, es de los propios asturianos, aunque ellos votado lo que hubieran votado hubiera. Obtenido los mismos resultados
Pero ojo, a politicos y sindicalistas no pedirles responsabilidades, la culpa es del robado, no del ladron