PEQUEÑAS SEMBLANZAS DE GRANDES MIERENSES: Chus Quirós

Mieres fue la cuna de los más grandes exponentes del diseño de interiores y escenografías. Hablamos de Chus Quirós.

Chus Quirós, en una fotografía de Vélez

Jesús Antonio Sánchez Quirós, popularmente conocido como Chus Quirós, vino al mundo en Mieres el 13 de junio de 1940. Fue un niño de personalidad arrolladora que se convirtió en un joven con notables inquietudes artísticas y vitales. Fruto de ello, a los dieciocho años se trasladó a Madrid para estudiar Arquitectura. Allí entró en contacto con el teatro y fue miembro de varias compañías de teatro universitario. En ellas reparó en lo importante que era una buena puesta en escena y ofrecer al espectador cuidadas escenografías. No acabó Arquitectura y, tres años después, se matriculó en Oviedo en Filosofía. Sin saberlo, descubrió en aquel periplo una pasión que le permitió ganarse la vida una vez terminados sus estudios.
Fue en Mieres donde se inició en la decoración de interiores, hacia 1965. Después de un tiempo trabajando en la mina de su padre, Chus se integró en el grupo cultural surgido en torno al café Palau, que él mismo se encargó de decorar "con cuatro cosas que encontramos, aprovechando elementos viejos". Su buen hacer le valió ser requerido para decorar las discotecas Faust y Aristos, en Oviedo. Su estilo, inspirado en técnicas importadas de distintos movimientos artísticos, gustó en la capital y rápidamente lo convirtió en un cotizado interiorista, con infinidad de trabajos en Asturias y fuera de la región, en ciudades como Madrid o San Sebastián, y también fuera de España, con encargos en Panamá y Colombia. En Mieres fue el artífice del diseño de interiores de pubs como El Gato Pardo o Baby's, y de cafeterías como el ya mencionado Palau o Capri.
Uno de los que se quedaron fascinados con su trabajo fue el director de cine Gonzalo Suárez, que fichó a Chus como escenógrafo de tres de sus películas, Morbo (1972); Al diablo con amor (1973), y La loba y la paloma (1974). Un buen amigo suyo de Mieres, el actor Pedro Civera, también lo contrató con ese fin, aunque para teatro, con escenografías como la de Fedra, de Miguel de Unamuno, que la compañía de Civera representó en los años 70.
Durante los 80 y 90 firmó grandes trabajos como la expisición efímera Quincena del agua, con el entorno de la catedral de Oviedo convertido en un enorme lago; el diseño de la primera Semana Negra de Gijón o los contenidos del Pabellón de Asturias en la Exposición Universal de Sevilla, de 1992.
Cumplidos los sesenta años, Chus decidió llevar una vida más tranquila y puso en marcha en Oviedo La Casa de Quirós, un estudio de proyectos y tienda de muebles de diseño, situada en la céntrica calle Campoamor.

Chus fue un destacado miembro del grupo cultural ligado al café Palau

Su vida se terminó en Oviedo el 19 de noviembre de 2006. Dejó viuda y dos hijos. Entre sus enseñanzas, una que aún recuerdan quienes lo conocieron: "La imaginación lo puede todo y es la herramienta más potente que existe para el progreso, para darle la vuelta a lo establecido". En palabras del periodista Juan Cueto, buen amigo de Quirós, este fue "el mejor creador de decorados que existe por estos pagos".

Comentarios

José Ramón Viejo ha dicho que…
Buena historia, y gran personaje
Anónimo ha dicho que…
aún recuerdo con nostalgia los interiores del Babys y del gato, unos lugares tan acogedores donde los interiores acompañada de su música te atraian de manera irresistible.
Anónimo ha dicho que…
Gran amigo
Anónimo ha dicho que…
Era un gran decorador,interiorista, escenógrafo,o como queramos llamarlo.Pero ,con todo y con ello,es poca cosa,al lado de lo verdaderamente importante.Era la persona más generosa que he conocido .Sin divismos,sin tonterías,lo he visto tratar exactamente igual,al último peón de una obra,que al encopetado arquitecto,o al ostentoso empresario.
!Grande Chus,siempre en mi recuerdo!