ÁLVAREZ OPINA: Un verano más sin directos a Gijón

Llega el verano. Con él, el fin del curso universitario. Y con esto último, la supresión del servicio que une Gijón y Mieres, Mieres y Gijón, desde septiembre a mayo en días lectivos. El pasado 2 de junio fue el último día en el que funcionó.

Estos últimos meses utilicé varias veces ese servicio y pude comprobar que tiene su público. Mayoritariamente estudiantes, es cierto, pero también vecinos de aquí que van a trabajar allí y viceversa. La línea, cuya concesionaria es Alsa, ha sido subrogada a Joaquín Sánchez, una empresa de autobuses gijonesa, que realiza el servicio con varios vehículos modernos y muy equipados.

En apenas 30 minutos ambas ciudades quedan unidas por un servicio que se vale de la AS-1, la Autovía Minera. Parece ser que la gente responde bien. Los dos viajes de por la mañana se hacen con autocares estándar y son pocas las plazas que sobran. Los de por la tarde, con minibuses de una veintena de plazas. "El de las 17:35 de Mieres a Gijón siempre lleva ocho o diez personas, mínimo; el de las 19:05 de Gijón a Mieres trae a seis o siete y vuelve con algunas más", me explicaba un conductor.

El servicio se halla financiado, desde su puesta en marcha en 2017, por el Ayuntamiento de Mieres, la Universidad de Oviedo y el Consorcio de Transportes. Por eso, a finales de curso, se suprime, y es que la Universidad jamás pondría dinero para un servicio en época no lectiva. Es lógico. El Ayuntamiento de Gijón ni está ni se le espera.

El servicio desaparece en una época en la que, sí, no hay estudiantes que van y vienen. No los hay, pero sí sigue habiendo gente que tiene que ir a trabajar allí o venirse aquí. Y también otro público potencial muy interesante, los adolescentes y jóvenes que, sin carnet de conducir o con él, prefieren ir a Gijón en transporte público a pasar el día, a la playa, a algún concierto o a lo que sea. Y que igual que van, vuelven. 

Las alternativas para estos meses de julio y agosto son el tren, que une Mieres y la estación de Sanz Crespo en 55 minutos, salvo unos pocos viajes semidirectos, que reducen el tiempo a 45, minuto arriba o minuto abajo. Junto a él, la combinación de dos autobuses, que supone emplear una hora siempre que se haga el trasbordo de manera inmediata en Oviedo. Si no se cuadran los horarios, la hora y pico no la quita nadie. Todo, para hacer 37 kilómetros que, como se ve de septiembre a junio, se pueden hacer en 30 minutos a través de la Minera.

Creo que es necesario replantear este punto del convenio para intentar, ya no de cara a este verano, sino a otros, que ese servicio directo siga en julio y agosto. Quizás no hagan falta los cuatro viajes de ahora y pueda bastar con un viaje por la mañana y otro por la tarde. Saldríamos ganando. No es posible que no tengamos comunicación directa en transporte público con la ciudad más poblada del Principado, a la que prácticamente todos los mierenses vamos en verano, aunque sea a la Feria de Muestras.

Álvarez